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* Nayeli Rubí Barragán Quezada | @KioscoInformativo | 10 de junio de 2019
La obesidad es la enfermedad que actualmente está atacando a la mayoría de la población en México; se ha convertido en un verdadero problema de salud pública ya que mucha gente está muriendo porque su obesidad los hace más vulnerables a enfermedades como la diabetes, del corazón, insuficiencia renal, entre otras y las complicaciones que cada una de ellas ocasiona. Es decir, la obesidad es una fuente inmensa de enfermedades y complicaciones que está acabando con la vida de muchos mexicanos.
De acuerdo con la UNICEF, en el 2018 México ocupó el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad de adultos, precedido sólo por los Estados Unidos. Este problema se observa no sólo en la infancia, también en la adolescencia y pero a todavía en los pequeños de edad preescolar.
Según los datos recabados por la ENSANUT el 70% de los adultos en México padecen sobrepeso u obesidad y más de 4.1 millones de escolares están conviviendo con este problema. (UNICEF 2018).
Para poder erradicar la obesidad, primero hay que entenderla. Sin embargo es una enfermedad multicausal y es muy difícil definir una sola razón de la obesidad en la población aunque se pueden señalar algunas como:
- Los malos hábitos alimenticios (esto incluye no tener horarios establecidos para las comidas, consumir en exceso grasas saturadas, no saber administrar las comidas y cenar en abundancia, entre otros).
- El sedentarismo.
- Un acelerado ritmo de vida que llevan la mayoría de los mexicanos a no darse el tiempo suficiente para alimentarse correctamente.
- La genética es un factor muy influyente.
- Y muchas más causas…
Sin embargo, según la OMS (2018) todo se reduce a dos puntos:
- El cambio dietético mundial hacia un aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables.
- La disminución de la actividad física debido al aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización.
- Aunque eso suene imposible de corregir, además de ser una tarea multidisciplinar, es aquí donde nosotros como profesionales de la nutrición, tenemos una gran misión por cumplir. Pues es nuestro deber ético y moral corregir los malos hábitos alimenticios de la población, enseñarles a comer, disminuir la inactividad física y así ofrecerles una mejor calidad de vida a los mexicanos, pero ¿Cómo podemos lograrlo?.
Es bien sabido que a pesar de todas las campañas de salud y nutrición que el gobierno está implementando, la población no quiere cambiar sus malos hábitos de alimentación; ya no quiere ser partícipe de estas campañas que aunque tienen buenos propósitos, no llaman la atención del público. Entonces ¿Cómo puedo yo, estudiante de nutrición, cambiar a México si los mexicanos no queremos
cambiar?.
Recordemos a Gandhi quien afirma: “Se el cambio que quieres ver en el mundo”.
Se dice que el cambio comienza con uno mismo, así que lo principal es arreglarse a uno mismo primero y así poder corregir lo que está mal en los demás.
Hay varias alternativas de cómo solucionar el problema de obesidad. La primera y más “fácil” es educar a nuestros pacientes en cuanto a nutrición, enseñándoles como nutrirse verdaderamente y no nada más dedicarnos a dar hojitas donde les diga qué deben comer y qué no.
Esto se dice fácil porque vivimos en una población más pequeña en comparación con la densidad
poblacional de las grandes urbes o mega-ciudades.
Es decir, nos estamos limitando únicamente a las personas que acuden a nosotros en busca de ayuda pero hay toda una nación que está muriendo por el problema del sobrepeso y la obesidad y no todos, o más bien, casi nadie acude a un nutriólogo para corregir su estilo de vida poco saludable y entonces ¿Qué va a pasar con ellos, con el resto de la población que no tiene acceso o puede consultar a un profesional de la salud que lo oriente? ¿Los dejamos morir de obesidad?
Para corregir esto hay otra alternativa: Hacerle notar al gobierno lo importante que es nuestra profesión, que se dé cuenta que necesita de los nutriólogos para contribuir en la solución de la obesidad que, a nivel nacional la UNICEF nos dice que es la primera causa de mortalidad en todo México. Tal vez esta idea suene un tanto descabellada e inalcanzable pero se pude lograr.
Por otro lado tenemos la desnutrición, es la otra cara de la moneda que está afectando a México. A pesar de los avances en materia de desnutrición infantil que se ha experimentado en los últimos años, lo cierto es que las cifras siguen siendo alarmantes en algunos sectores de la población.
En el grupo de edad de cinco a catorce años, la desnutrición crónica es de 7.25% en las poblaciones urbanas, y la cifra se duplica en las rurales. El riesgo de que un niño o niña indígena se muera por diarrea, desnutrición o anemia es tres veces mayor que entre la población no indígena. (UNICEF 2018).
¿Por qué existe tan mala nutrición en nuestro país?
La falta de recursos económico es la principal razón y es que las personas que están en desnutrición es porque no comen …y ¿Por qué no comen? Simple y sencillamente porque no tiene dinero, porque no les alcanza para comprar comida y menos alimentos saludables.
Mucho tiene que ver la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria, es decir, que haya alimentos pero no cualquier clase de comida, sino alimentos de buena calidad al alcance de todos; que todos los mexicanos puedan adquirir alimentos benéficos para la salud en cualquier zona del país, sin importar la condición económica en la que vivan y de esto el principal responsable es y debe
hacerse cargo el gobierno.
