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Víctor Rivera | @Victor_Rivera_S
Foto: Archivo Proceso
03 de octubre de 2016.- Por andar de la ceca a la meca, este 2016 está casi permitiendo que nos olvidemos del atraco al periódico Excélsior, aquel diario de la vida nacional, que el 8 de julio de 1976 vivió un atentado a la libertad de expresión al expulsar -de la mano del presidente Luis Echeverría- a su director Julio Scherer y a periodistas de la talla de Vicente Leñero, Miguel Ángel Granados Chapa, Hero Rodriguez Toro y muchos otros, quienes a la postre fundarían el semanario Proceso.
Han pasado 40 años y la política excluyente y contraria a la crítica ha vuelto a nuestro país. Sin embargo, parece que quienes hoy en día practicamos la profesión que Gabriel García Márquez calificara como la mejor del mundo, nos ha faltado navegar, como barcos de papel, en la mar de la ética y de la obligación que tenemos para con la sociedad al echar a andar proyectos, como aquel de Proceso.
Cuatro décadas atrás, la iniciativa de un nuevo medio pudo salir avante gracias a las gestiones de Scherer y a la plantilla de grandes periodistas e intelectuales que apoyaron a los comunicadores del golpe. Aunque tuvieron que enfrentarse a la limitante del papel, de la impresión y de los talleres para armar las ediciones de cada número, Proceso salió y se convirtió en un medio de referencia nacional.
Ahora contamos con internet y miles de millones de blogs que en muchos casos son ignorados. Hay despidos masivos en los medios y también políticas de desprestigio para periodistas. Pero la desunión, los altos egos y el descrédito entre colegas, impiden que se aprovechen las bondades de la era digital y se deje de lado los problemas de conseguir papel e impresión, para moldear un medio que alce la voz de acuerdo a las características que requiere nuestra nación.
Hacen falta proyectos serios que surjan de entre los cientos (o miles) de periodistas que no tienen empleo por los malos pagos, por las pésimas condiciones laborales, por la censura… por… por…por…
Si el golpe contra Scherer hubiera sido este 2016, Proceso hubiera nacido con una triple w.
