Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 22 de junio del 2017
Ana Rosa Gómez Velázquez es una atleta tepatitlense que de vez en cuando se da la oportunidad de comer “unas papas con revoltura”. El pasado domingo 18 de junio se coronó como la mejor en los 800 metros planos en el Campeonato Nacional de Primera Categoría, disputado en Monterrey, Nuevo León.
Con un tiempo de 2 minutos 7.91 segundos, la velocista tepatitlense, comenzó a afianzar la probabilidad de competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque sus pasos más próximos serán Los Juegos Centroamericanos y Panamericanos.
Según su entrenador, Miguel Ángel López Navarro, el avance de Gómez Velázquez fue “Muy” significativo, en un solo año mejoró casi 4 segundos. Le faltarían tres segundos y 34 centésimas a bajar en tres años para aspirar a Tokio.
“El próximo año la competencia que tendría serían los Juegos Centroamericanos en Barranquilla, Colombia. De la marca que ella hizo, está a solo unas centésimas de estar en el parámetro, aunque debe reafirmarla, quedando en los dos primeros del próximo nacional. Ya una vez yendo a Centroamericanos, puede tener la escala a Juegos Panamericanos y ya posteriormente a olímpicos. Está al alcance, pero todavía hay mucho trabajo por hacer. Lo importantes es que ya es campeona nacional y tenemos la posibilidad de buscar ese tipo de competencias”, indicó el también promotor deportivo del Gobierno Municipal de Tepatitlán.
Tres veces campeona nacional
Hace seis años Ana Rosa se unió al club de atletismo “Galgos”, pero ha sido durante los últimos tres años consecutivos, que se ha convertido en campeona nacional olímpica. El último ganado fue apenas el domingo 18 es el primero en 800 metros. Ha participado en competencias en ciudades fuera de México como Boston, San Francisco y San Diego.
Gómez Velázquez llegó al atletismo gracias a una amiga, cuando ambas cursaban el bachillerato. Una prueba de velocidad le abrió las puertas. Ahora se coloca medallas.
“Cuando estaba en la prepa una compañera me invitó, después de que un día me vio en la clase de deportes, nos pusieron a hacer velocidad, entonces, ella venía a Galgos Tepa y le gané. Me dijo: Tienes mucha velocidad ¿Por qué no vas a entrenar con Galgos”. Al principio dije lo voy a intentar y si me gusta me quedo. Ahora ya soy campeona de primera”, aseguró la atleta.
“Desde que llegué a Galgos me la creí, después de una terapia con un psicólogo. Desde antes que él me hiciera un ejercicio yo ya tenía la mentalidad de que tenía que ganar. Porque también pensaba en si no ganaba que pasaría, pero siempre fue más fuerte la mentalidad de que iba a ganar”.
Todas las mañanas entrena de 40 a 50 minutos en “La Colosio”; por las tardes dos horas en la Unidad Deportiva el Pipón. Tiene cuatro hermanas y dos hermanos, ella es la hija número cinco y la única que practica deporte. Combina los entrenamientos con los estudios, los fines de semana cursa la Licenciatura en Cultura Física y Deporte.
Para Ana Rosa el haber subido al pódium e impuesto una marca, es solo una parte de los ideales que sigue desde que decidió profesionalizarse en el atletismo. Sabe que los que la rodean están orgullosos de sus triunfos.
“Para mí es un logro que he estado trabajando para conseguirlo, lo venía mentalizando desde hace mucho tiempo. El que las personas me vean y me digan ¡Felicidades! Para mí es un gran orgullo, porque estoy dando el ejemplo a mis compañeros. Se siente muy bien que mi familia me reconozca, que mis compañeros y la gente me feliciten”.
Ella sabe que la alimentación de un deportista de es indispensable para el desarrollo y rendimientos, sin embargo, dijo, que de vez en cuando se da la oportunidad de saborear alguna botana local.
“Si me cuido en la comida, trato de tomar mis colaciones, si salgo a la calle cuido lo que como, de repente como unas papas con revoltura, con salchichas, pero sí, soy muy rígida en mi alimentación”, concluyó.