Kiosco Informativo | @KioscoInfo | 13 de junio de 2017
Imagine la escena haber trabajado por meses, jornadas extenuantes, sin poder acceder a servicios de seguridad social, sin pago alguno, para que el día en que le llegue su salario, este venga por la mitad de lo establecido. Esto no sucede en otro país. Pasa en México, en específico en el Hospital Regional de Tepatitlán y es una realidad que padecen al menos un centenar de especialistas en la salud.
Hoy en día, en Tepatitlán más de cien personas entre médicos, paramédicos, enfermeros y personal administrativo cubre incidencia sobreviven a un empleo mal remunerado.
Y lo que quieren es que la gente tome en cuenta que la protesta, más allá de llevarla a las calles, la hacen en forma de atención a los pacientes. Porque marchas han tenido bastantes, pero con los mismos resultados: Oídos sordos por parte de la Secretaría de Salud.
A pesar de la exigencia y de las carencias a las que están expuestos, hay médicos y enfermeros que no han dejado de trabajar ni un día y eso es lo que quieren que la gente tome en cuenta. Porque dicen, lo que menos quieren es que se afecten los servicios a la población.
“…Se están atropellando sus derechos, ellos merecen más de lo que se les está dando y no se está cumpliendo nada de lo que se nos ha dicho (…) Queremos que la gente se entere de lo que pasa, ellos llegan y exigen su servicio de salud, pero ellos no saben que no nos pagan, o que nos pagan la mitad, que no hay material, que hay personas que ya no quieren ir a trabajar, por eso es que a lo mejor no atendemos como deberíamos, pedimos que se concienticen que trabajamos bajo mucho estrés, haciendo cosas que no nos competen”, comentó el enfermero Fernando, representante de los trabajadores de la salud quienes padecen el problema de falta de pagos.
El domingo pasado varias docenas de médicos, enfermeros y personal administrativo del Hospital Regional de Tepatitlán salieron a las calles de la ciudad a protestar. Pero las condiciones siguieron igual. Los más de cien trabajadores cubre incidencias sobreviven a la falta de pago o a remuneraciones por la mitad.
Trabajar meses, pedir prestado siempre
El problema no sólo lo padecen el personal médico, sino también sus familias. Pues para poder sufragar los costos de traslados, alimentación y otras cuestiones tienen, en ocasiones, que pedir prestado.
La madre de la enfermera Ivonne, es un ejemplo de ello. Dice que durante los dos años en que su hija ha trabajado en el Hospital Regional se ha repetido la historia de pedir prestado varias veces. Incluso reprocha que la Secretaría de Salud le retrasó el pago a su hija durante un año.
“Ella trabaja 40 horas por mil 500 pesos, yo creo que no es justo, porque es trabajo de noche. Yo la apoyo manifestándome en las marchas. No es justo que un gobierno que tiene tanto a una enfermera que cuida personas noche y día le pague mil 500 pesos”, comentó la madre.
Margarita Guevara también es enfermera “cubreincidencias” del Hospital Regional de Tepatitlán desde hace seis años. Después de varios meses sin recibir ni un solo peso, hace unos días por fin pudo ver dinero en sus manos; pero no el justo, ni el prometido ni el trabajado, sino lo que la Secretaría de Salud quiso. La mitad de lo que habían acordado, y sin darle ninguna justificante.
“No están pagando quince quincenas, pero han durado meses sin pagarnos. Y cuando nos llegó solo nos dieron la mitad del sueldo. Porque dicen que nuestro trabajo no es como para tanto. No nos dieron ninguna excusa, parece que para ellos la salud no importa”, comentó la enfermera.
La mayor parte del personal que trabaja de esta manera no son oriundos de Tepatitlán, por lo que tienen que trasladarse desde sus ciudades de origen hasta Tepa, pagando traslados con dinero que en ocasiones, tarda meses en llegar.
Por casi tres meses también Anais López, enfermera del regional ha trabajado sin remuneración. Ella es de Arandas, Jalisco. En los cuatro años que lleva como empleada del Hospital han sido varias las veces en las que ha sufrido el incumplimiento en su pago. Sin embargo los directivos del nosocomio, dice, le dan la vuelta y sólo se avientan la bolita cuando ella pide razones sobre su pago.
“Todo el rato me traen a la vuelta, me dicen ven a la siguiente guardia, ven a la siguiente. Yo tengo familia que me apoya, pero no es suficiente. Yo vengo desde Arandas hasta Tepa, tres veces por semana, soy del turno nocturno y no es justo que no nos paguen, a los directores se les hace bien fácil decir ven la siguiente guardia y no nos pagan. A ellos no les importa, porque son empleados de confianza, y ganan muy bien. Es una injusticia”, comentó Anais.
Enfermeros sin salud, sin seguridad de nada, ni con nada
Y es que además de la falta de pagos para el personal cubreincidencias, la falta de material, así como de medicamentos, y aparatos en buen estado son una constante en el nosocomio regional, uno de los más importantes de la región alteña.
La desventaja de trabajar como Cubreincidencia, modus vivendi de poco más de un centenar de trabajadores, es que no tienen derecho a prestaciones laborales como servicios de salud, Infonavit, vacaciones, aguinaldo y otras dietas a las que un empleado “normal” del sector salud sí.
Cuarenta pesos por hora es lo que percibe por hora una enfermera en el Hospital Regional, para una guardia de diez horas. Pero los pagos varían. Según estimaciones el promedio de remuneración en otros hospitales públicos es de hasta cien pesos por hora trabajada.
En lo que coinciden tanto enfermeros como médicos es que son especialistas en su rubro, con acreditaciones, años de experiencia cuestiones que no toma en cuenta el Sector Salud.
La Doctora Santos, de atención de urgencias a adultos está en las mismas. Oriunda de Zapotlanejo, Jalisco lleva dos años trabajando en el Hospital tepatitlense. Denuncia que durante el primer año y medio de trabajo le retuvieron su pago cinco meses y que ahora después de la retención su sueldo le ha llegado por la mitad.
“Nosotros trabajamos con personas. Un error que nosotros cometamos, puede tener consecuencias bastante fuertes, y si a esto le sumamos que trabajamos con las condiciones insuficientes, no tenemos el material suficiente para atender a la población, a pesar de la importancia del Hospital Regional”, comentó la doctora.
Escasez, priorizar y hacer trabajo que no te toca
Ruth Gómez trabajó por seis años en el Hospital Civil de Guadalajara. Teniendo esa experiencia compara las condiciones con las que laboró en el hospital tapatío con las que tiene que sobrellevar su labor en Tepatitlán. Dice que mientras en uno había materiales de sobra, en el Regional tiene que batallar hasta por jeringas.
“Ahí tenías todo lo que necesitabas, en Tepatitlán se cuida el material porque es escaso, aquí tengo que priorizar los materiales para los bebés, porque como hay muy pocos. Allá ganaba seis mil 700 pesos a la quincena, tenía primas, vales, aguinaldo, retroactivos, y llego aquí y veo la escasez, de cómo un enfermero hace hasta trabajos de un intensivista, por amor a lo que hace, por que lo que le importa es solo el paciente, ayudar a otras personas”, lamentó.