Oscar Miguel Rivera Hernández | 30 de septiembre de 2023
Tepatitlán de Morelos.- Es innegable que, en el actual escenario de la política, se hace terreno fértil para el periodismo, tanto que emociona y apasiona. Es un tema que despierta fervor y puede llevarnos a expresar opiniones vehementes. Sin embargo, en la labor como colegas, amigos o socios, es fundamental recordar que la diversidad de opiniones es parte esencial de la profesión. Se debe discutir y debatir con respeto, incluso cuando las perspectivas difieren.
En un equipo periodístico, la responsabilidad de fomentar un ambiente de respeto hacia todas las opiniones es crucial, especialmente cuando se comparte amistad y sociedad. Esto me lleva a reflexionar sobre las columnas que he leído en el semanario 7 días, escrita por el periodista Gustavo González Godina, a quien siempre he admirado como un excelente escritor y columnista, y a quien también considero mi amigo, a pesar de que no nos frecuentemos.
En su columna titulada «¡Adiós Morena!» en el Sumario del semanario «7 días», el Sr. González Godina arremete contra su «amigo», compañero y socio, Víctor Manuel Mendoza Ocampo, conocido como «El Tabasco». En sus palabras, lamenta el lenguaje utilizado por su compañero Tabasco, con el siguiente comentario: “Lamento el lenguaje de mi compañero Tabasco, a veces nos gana el hígado y este tema de la política es propicio para apasionarse y perder la compostura.”. Con todo el respeto que siento hacia usted, Don Gustavo González Godina, quiero recordarle que aprendí mucho de usted, incluso a escribir, una tarea a la que no me dedicaba antes. Sus consejos me fueron de gran utilidad, pero hoy me siento defraudado al ver cómo se expresa de un compañero y «amigo». El calificativo que utiliza para referirse a «El Tabasco» es un reflejo de lo que a menudo observamos en su periodismo: la polarización y la falta de respeto hacia aquellos con opiniones diferentes, Y aunque reconozca que a veces la pasión política puede llevarnos a perder la compostura, no creo que debía criticarlo de esa manera.
En otra columna, habla del compañero Julio Ríos, a quien tilda de mentiroso, porque al leer uno de sus posteos en X (antes Twitter) donde habla de las dos casi candidatas (no hay terminó legal para describirlas) del Frente Amplio y de Morena, donde él leyó que Julio decía que Claudia había ganado un Nobel.
Sin embargo, lo que Ríos dice es “@Claudiashein científica, doctorada con un trabajo de investigación en Lawrence Berkeley Laboratory, exintegrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático que ganó el Premio Nobel junto a Al Gore en 2007”, si leemos, lo que se lee ahí es que ella perteneció al mismo grupo que antes había ganado el nobel, lo que es muy diferente. Respecto a las respuestas, tiene razón, hubo muchos, casi 300, que están en desacuerdo con su comentario, pero también, hay casi 4 mil me gusta, que eso es equivalente a estar de acuerdo.
Don Gustavo, tal vez deba considerar la importancia de promover un ambiente de respeto, no solo en relación con sus amigos y compañeros, sino también en sus columnas y escritos. La política es un tema apasionante, como bien lo menciona usted, pero creo que, si merece respeto su compañero, “amigo” y socio “el Tabasco”, así como Julio Ríos, y recordemos siempre, que la diversidad de opiniones es lo que enriquece el debate y nos ayuda a crecer como sociedad, pero de eso, a ofender o expresar falsedades, es muy distinto.
Y por último, recordemos que la “infodemia” es lo que más ha desacreditado a los periodistas de los medios oficiales y a los políticos que no tienen propuestas, pero cómo dicen mentiras para confundir a la sociedad.