Un circuito sin permiso

15 de marzo de 2016.- Son hasta cuarenta predios los que han atrasado la conclusión del Circuito Interior uno, Juan Pablo Segundo que comenzó a construirse en octubre de 2014.

A pesar de que la obra ya está abierta a la circulación y fue “inaugurada” por el alcalde de la administración anterior, Jorge González Arana, la obra presenta varios puntos de conflicto.

Tanto en su lado sur como del lado norte, el circuito, que en teoría debería de emplear dos carriles de ida y dos de venida con sus respectivos laterales y camellones al centro, se convierte en una especie de cuello de botella en ambos extremos. En uno de los casos topa con una granja de gallinas.

Estos inconvenientes, también han originado que a lo largo de su trayecto, la obra de más de 50 millones de pesos, únicamente sea a dos carriles en ambos sentidos.

En su concepción, el circuito interior uno de Tepatitlán atravesaría predios y zonas de la cabecera municipal que aún no habían sido urbanizados, o al menos no en su totalidad.

Sin embargo, en los últimos años esta zona sufrió un acelerado crecimiento, fenómeno conocido como “gentrificación”, una especie de aumento de valor o plusvalía de los terrenos, debido a la cantidad de infraestructura que se generó en el lugar.

Este efecto trajo consigo que los dueños de varias de esas propiedades no cedan a la petitoria del ayuntamiento, y no sólo eso: ocasionó que los propietarios re-valoraran la indicación e incluso aumentaran el precio por metro cuadrado de los predios en conflicto. Ésta última circunstancia podría significar un aumento al coste de la obra.

No sólo la obra del circuito interior presenta esa traba, también la recién remodelada (y aún no abierta) calle Cláveles en Jardines de Oriente, vía de acceso al circuito, también presenta la misma problemática de sesión de derechos de terrenos, inconveniente que no empachó a la pasada administración cuando emprendió la obra.