Umbral
Por: María del Rocío Rentería Palafox
El fin del mundo se acerca
en el umbral de la montaña,
cuando se besan en cascada
las nubes y coronas de la tierra.
Y se van
y se alejan.
Después vienen otras
que atraviesan, bailarinas.
A la vuelta y vuelta del camino
se dibujan figuras caprichosas
de cañones, de huellas de río
que dejan cicatrices marcadas.
Los cerros cortados,
como hierros corroídos
dejan caer por sus pestañas
las sombras alargadas de las peñas.
Atrevidos caminos
desgajan a la tierra
donde duermen los abetos
esbeltos de la sierra.
Estas vueltas que marean
son como el barco
en medio de la mar perdido
con sus rítmicos sones de navío.
Montaña de faldas largas,
apenas llego a tus talones.
Novia de vestido verde
que calma los desdenes.
Me pareces
enorme firmamento
de tejocotes, membrillos
y perales, con el basto
terciopelo en tus tacones.
Ya casi llego a tu cintura
y te rodeo,
te mido metro a metro
y temo el voladero.
Me gusta tu perfume,
desbordado
como cascada
entre las rocas.
Me gusta tu aliento
Que es tu viento
y tu sonrisa.
Y ahora,
después de recorrerte toda,
de tus pies a tu cabeza,
me queda la nostalgia del caído,
y el descenso es frío y callado
igual que la novia,
igual que los nardos.
La autora forma parte del taller literario “El tintero de los amorosos” que se reúne todos los viernes en punto de las 5:00 de la tarde en La Biblioteca Pública Samartín.
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