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Víctor Rivera | @Victor_Rivera_S | 12 de septiembre del 2017
Para el doctor Alfonso Hernández Barrón, recientemente nombrado Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), trabajar al frente de dicho organismo es una oportunidad de colaborar por el respeto a la dignidad de las personas bajo la facultad de garantizar, promover y defender las garantías de la sociedad.
El pasado 2 de agosto fue electo por el Honorable Congreso del Estado de Jalisco como sustituto del doctor Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, quien estuvo en el cargo desde el 2007. Hernández Barrón es académico de la Universidad de Guadalajara y profesor de la Preparatoria 6, además de haber fungido como tercer visitador, encargado de la revisión y atención a quejas en los ámbitos de los derechos humanos en poblaciones indígenas.
¿Qué áreas han quedado pendientes en el ámbito de los derechos humanos que considera abordar en su administración?
Tenemos una agenda amplia pero yo destacaría que uno de los principales retos es colaborar en la construcción de una cultura de la tolerancia, de la inclusión, de la igualdad y la no discriminación. Una cultura solidaria que nos permita vivir y construir la paz. Ese creo que es uno de los grandes retos que tiene la institución. Desde luego tiene facultades y necesidades muy específicas como es la de investigar casos donde se presente abuso de poder o actuación indebida de servidores públicos. Eso lo vamos a hacer. Pero de forma trasversal tenemos que fomentar la cultura de la igualdad y de la no discriminación. Ese sin duda es uno de los grandes retos de la CEDHJ.
Esto en lo que respecta a la imagen de la comisión, pero en cuanto al campo social, ¿qué ejes enmarcaría su administración?
He enmarcado tres ejes fundamentales, uno es promover un cambio en el modelo institucional: tenemos que buscar un modelo que favorezca la horizontalidad y que consolide la gobernabilidad democrática al vincular tanto a las expresiones de la sociedad civil, como a las dependencias de gobierno para la creación de políticas públicas objetivas; el segundo: que gire en torno a una mayor conexión con todas las expresiones de la sociedad civil, existen nuevos grupos que muestran inconformidad y que requieren espacios en la discusión pública, debemos estar abiertos a todas las expresiones; y el tercero: estar muy de cerca de las víctimas de delito y quienes sufran de violación a sus derechos humanos, particularmente de los grupos más vulnerables: personas en calidad de pobreza, personas desaparecidas y sus familiares, este grupo debe estar en primer punto: debemos estar con quienes padecen estas afecciones y tienen la necesidad de ser atendidas con los programas que se ofrecen, así como ser muy puntual con los funcionarios que hagan omisión al respeto a sus derechos.
Un ejemplo es encontrar las insuficiencias en nuestras zonas rurales así como en nuestros pueblos indígenas, que aparte de ser vistos en la marginación, también encontramos que están en los niveles más bajos de desarrollo humano. Aparte dentro de las comunidades encontramos otro tipo de problemáticas principalmente con las mujeres, esos son temas que no deben pasar de la agenda de trabajo.
¿Su apego a la academia será un elemento que oriente a brindar consultas y apoyo de expertos ligados a la Universidad?
En el instituto de investigación y capacitación de la CEDHJ están incorporados varios académicos de la UdeG así como en la propia estructura de la institución. Buscaremos fortalecer la simbiosis con la Red Universitaria para apoyarnos mucho en la investigación y las opiniones que emitan académicos de la Casa de Estudio. Ya hemos tenido reuniones con algunos representantes de la Universidad y está en proyecto algunos procesos donde podamos coincidir y crecer en las capacitaciones, promoción y divulgación de la defensa y exigencia de los derechos humanos.
