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Juan Eduardo López Morales | @EduardoLopezM | 27 de junio del 2019
Este domingo la zona metropolitana de Guadalajara, se despertó con una noticia que consternó a propios y extraños: el choque que recibió una pareja de recién casados, que horas antes habían celebrado su boda religiosa y estaban preparando los detalles para la recepción que celebrarían al mediodía con sus seres queridos, en dónde el autor de ese lamentable accidente un futbolista Joao N.
Lamentablemente, seguimos en nuestro país, estado y pueblos como Tepatitlán, Guadalajara, Puerto Vallarta, etc. con la frase típica: “Por unos pierden todos”. Debido a la falta de cultura cívica y vial y la falta de responsabilidad de seres humanos que, en estado de ebriedad, se hacen los fuertes, capaces y con poder tener reflejos que son indispensables al conducir un coche.
Esos seres humanos que no piensan y menos reflexionan en las repercusiones que hay detrás de conducir en estado de ebriedad. Hay muchas vidas que se transforman a raíz de un accidente automovilístico, muertes, familias destrozadas, amputaciones, incapacidades de por vida, son algunas de las consecuencias de tomar una decisión por los efectos del alcohol y la borrachera, que no generan más que daños al borracho y a los involucrados.
En nuestro país, necesitamos mejores marcos regulatorios, que de verdad se apliquen sanciones y penas que de verdad se ejecuten, de nada sirve tener leyes que, en papel, quedan muy bonitas y/o muy bien redactadas y elaboradas, sin en la práctica, son letra muerta a la hora de la aplicación.
Según informes de diversas fuentes periodísticas, se dieron a conocer cifras de que mientras en 2012, se tenía una muerte diaria en algún accidente vial con relación a alguien alcoholizado, para 2018 sólo una víctima mortal cada 3.6 días, es decir 100 decesos, al año, en lugar de 365 que se presentaban 6 años antes.
Hay muchas dudas que generó este caso y claro la opinión pública que se manifestó por redes sociales, su indignación sobre este accidente en particular, desde el inicio y cuando las especulaciones no dejaron de surgir, la Fiscalía General del Jalisco, parecería, que sufrió de un mute, es decir, no hubo información a los reporteros de la fuente precisa, sobre estos hechos el mismo día.
La fiscalía, quiso, minimizar el caso, seguramente por tratarse de un futbolista, y digo minimizar el caso, porque la prueba de alcoholemia se realizó hasta la 1 de la tarde, 5 horas después del hecho… Generando, hasta el día de hoy el ministerio público, fiscalía y todos los implicados, un clima de incredulidad ante los ciudadanos, porque al ver los videos del choque, no es posible que se argumente que no habría estado etílico por parte del futbolista.
Por su parte el Código de Procedimientos Penales de Jalisco sí contempla que las pruebas de alcoholemia deben ser inmediatas. Es cuando uno se pregunta: ¿De verdad, sirven las leyes? ¿Habrá leyes que se puedan aplicar realmente a la práctica?
Estimado Lector, tal parece que en Jalisco, seguimos padeciendo de una crisis de atención a este tipo de irresponsabilidades, el conducir un vehículo, debería ser un acto de respeto a los demás, fomentemos en nuestros círculos cercanos, la no combinación del volante-alcohol, es la única forma de protegernos como sociedad, para no sufrir las terribles consecuencias de perder nuestra vida o algún ser querido.
Miembro de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP). Con interés en la Comuni
cación Política y los Medios de Comunicación.
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