Staff Kiosco Informativo
Así como el Día de Muertos tiene su pan sabor a naranja y el Día de Reyes su rosca hecha de harina y levaduras, el Jueves Santo en Tepa también tiene su propia pieza: la sema. El imaginario colectivo tiene a las semas como el alimento más parecido al que Jesús compartió con los apóstoles en su última cena, antes de ser sentenciado a morir en la cruz.
En la panadería Súper pan, en Tepatitlán un grupo de personas se prepara días previos para la elaboración de este rico pan hecho a base de harina, levadura granillo, azúcar, huevo, sal y agua. Desde las 9:00 de la noche y hasta las tres de la mañana, los panaderos elaborará las semas, junto con su variada propuesta de pan dulce y galletas para sus clientes.
La panadería que este año cumplirá cincuenta años y que fue fundada por Rafael Mora Mercado “Pepo”, tan solo para el miércoles previo a la celebración se los Días Santos, hará 3 mil 500 piezas de semas, chicas y grandes.
Este pan también es utilizado en los altares del Viernes de Dolores, algunas personas lo adornan con uvas y espigas de trigo, representando al cuerpo y la sangre de Jesús, según la tradición católica. Otras personas también llevan a bendecir las semas en el Jueves Santo. Mientras en algunos templos estos panes son compartidos con los voluntarios que participan en la celebración del lavatorio de pies.
A diferencia del pan de muerto y la rosca del 6 de enero, las semas de la Súper pan se pueden adquirir y degustar los 365 días del año, solas o con nata. Entre conchas, donas, mantecadas, sevillanos, terrones, virotillos, galletas betunadas, bísquets, bicolores, cacharpas, empanadas, chamucos, petates, duraznos, cuadros, roles y molletes se pueden encontrar las semas en cualquiera de sus dos sucursales o en las tiendas de abarrotes donde se distribuye el producto.