jueves , 21 noviembre 2024
Ilustración: Peyote empaquetado |Italia Sánchez

SAQUEADO: EL INCIERTO DESTINO DEL PEYOTE MEXICANO (parte II)

Por: Víctor Rivera

Cactácea bajo asedio

Diana Negrín cuenta que es común que los hoteleros de Real de Catorce encuentren en los cestos de la basura de las habitaciones peyotes enteros que fueron desechados: el mal sabor de la cactácea les produce un rechazo natural.

Diana es geógrafa y curadora, desde 2001 ha llevado a cabo investigaciones etnográficas y de archivo con un enfoque principal en el territorio wixárika del occidente mexicano. El trabajo de Negrín incorpora geografía humana y cultural, teorías críticas de raza y decolonialidad, y ecología política, en combinación con metodologías participativas.

Perspectiva del desierto visto desde un hotel en Real de Catorce. Foto: Víctor Rivera.

Ella misma dice que hay personas que violentan a pueblos originarios sin darse cuenta. El peyote, o sea el hikuri, es un elemento central para los wixaritari, es una cactácea que está bajo protección especial y dentro de normas como el Código Penal Federal, donde está catalogado como una droga.

La principal sustancia activa en el peyote es la mescalina. Igualmente cuenta con otros alcaloides en menor medida. Los efectos inducidos por la mescalina generan a quien la consume la capacidad de inducir cambios profundos en la percepción, la consciencia y la cognición.

Durante el trance pueden aparecer visiones. Se da un incremento en las percepciones sensoriales (se ven colores brillantes y en movimiento, el sonido se percibe con mayor profundidad), y se pueden vivir experiencias trascendentes y espirituales con cambios en la percepción del espacio, del tiempo y de la imagen propia.

Históricamente el peyote ha despertado curiosidades, por eso ahora se encuentra bajo amenaza. Adicional al consumo que hacen los wixárikas, otros grupos lo incluyen en sus ritos, como la Native American Church (NAC) de Estados Unidos y Canadá, los nayares, los tepehuanos, los tarahuamaras, entre otros grupos de México.

El peyote de la especie Lophophora Williamsii se caracteriza por su color verde esmeralda.
El peyote de la especie Lophophora Williamsii se caracteriza por su color verde esmeralda.
El peyote de la especie Lophophora Williamsii se caracteriza por su color verde esmeralda.
El peyote de la especie Lophophora Williamsii se caracteriza por su color verde esmeralda.

Además de algunas agrupaciones New Age como Fuego Sagrado de Itzchalatitlán o Camino Rojo, incluso el turismo psicodélico y hasta los coleccionistas de cactus. La sobredemanda lo está saqueando. Al menos en Wirikuta, a los wixáritari les es más complicado encontrarlo en cada peregrinación.

Otras especies del desierto cuentan con la misma amenaza, como ya lo detalló The New York Times en su reportaje Los traficantes de cactus están saqueando los desiertos.

 

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