Staff Kiosco Informativo | 07 de mayo de 2025
Tepatitlán de Morelos, Jalisco. – La Iglesia católica, con más de mil 400 millones de fieles en el mundo y más del 70 por ciento de la población mexicana, se prepara para un evento histórico: este miércoles 7 de mayo se celebrará en El Vaticano el Cónclave que definirá al nuevo Obispo de Roma, sucesor del Papa Francisco.
Serán 133 cardenales, procedentes de más de 70 países, quienes deliberarán a puerta cerrada para elegir al nuevo Pontífice, en un contexto internacional marcado por guerras, crisis migratorias y el auge de los populismos.
Aunque en Los Altos de Jalisco la tradición católica sigue teniendo un peso determinante en la vida pública y familiar, este momento no sólo convoca al fervor religioso, sino también al análisis político y social. Así lo señalaron expertos de la Universidad de Guadalajara.
“El Papa es también un líder político con fuerte influencia internacional, así que más allá de profesar o no la religión católica, este relevo en el Vaticano tiene relevancia global”, explica el doctor Fabián Acosta Rico, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y miembro del Centro de Estudios de Religión y Sociedad.
Para el académico, la expectativa en esta elección gira en torno a si el nuevo Papa podrá mantener el legado reformista del argentino Jorge Mario Bergoglio, quien como Francisco I abrió brechas importantes al interior de una institución con más de dos milenios de historia.
“Se busca que el nuevo Santo Padre asuma los retos de la posmodernidad. Estamos ante un mundo en guerra, con desafíos por la migración, los derechos humanos y el avance de las tecnologías. El próximo Papa debe tener sensibilidad para estas causas”, dijo.
Aunque dos cardenales mexicanos —Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega— participarán en el Cónclave, la posibilidad de que un latinoamericano sea electo es muy baja. Las apuestas más fuertes recaen sobre figuras progresistas como el italiano Pietro Parolin o el asiático Luis Antonio Tagle, ambos considerados cercanos al pensamiento de Francisco.
Por su parte, el doctor Heriberto Vega Villaseñor, investigador del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), destacó que la huella de Francisco fue mucho más allá de lo simbólico: “Con gestos como lavar los pies a mujeres en prisión o bendecir a parejas homosexuales, Francisco trastocó los esquemas tradicionales. El gran reto ahora es continuar esa apertura o regresar al modelo convencional”, señaló.
Ambos investigadores coincidieron en que, pese a la ola de liderazgos conservadores que ha tomado fuerza en distintas partes del mundo, en el seno del Vaticano no parece haber condiciones para un retroceso completo.
“El 80 por ciento de los cardenales fueron nombrados por Francisco, y aunque la tradición pesa, se espera una continuidad en sus ideales”, recalcó Vega Villaseñor.“La mayoría no se alinea con la derecha más rígida; incluso en caso de que un conservador sea electo, se prevé una postura moderada, acorde a los tiempos que corren”, concluyó Acosta Rico.
En Los Altos, donde la fe sigue marcando los calendarios y la vida comunitaria, el relevo papal será seguido con atención. La esperanza de muchos fieles —en las parroquias, en los altares caseros y hasta en los grupos de oración de WhatsApp— es clara: que el próximo Papa tenga el corazón y la valentía para seguir la ruta que trazó Francisco.