Staff Kiosco Informativo | 15 de marzo de 2023
Jalostotitlán, Jalisco – La mañana de este jueves 14 de marzo, los lecheros de Jalostotitlán se vieron obligados a tirar su producción lechera sobre la carpeta asfáltica de la autopista justo a unos metros de la caseta de cobro de esta localidad.
Este acto desesperado surge como respuesta a la detención, desde hace varios días, de la compra de casi dos millones de litros de leche por parte de la empresa paraestatal Liconsa.
Los productores afectados han denunciado la falta de regularidad en las compras por parte de Liconsa como el principal factor detrás de esta situación crítica. «Hace algunos días que la empresa no nos compra la leche de manera regular, lo que nos deja con una sobreproducción que no podemos manejar», señaló uno de los afectados.
En total ha sido un 1 millón 800 mil litros los que LICONSA no les ha comprado en los últimos días, por lo que los ganaderos procedieron a derramarlos en la carretera de cuota, no sin antes regalar parte de su producción a las personas que se los solicitaba.
La demanda urgente de los lecheros es que Liconsa establezca una política de compras más regularizada y cese la importación de leche en polvo del extranjero. Según los productores locales, la importación de leche más barata constituye una competencia desleal que socava su capacidad para mantener sus operaciones de manera sostenible.
Esta protesta evidencia una crisis creciente en la industria lechera de Los Altos, donde los productores locales luchan por mantenerse a flote frente a las prácticas comerciales desfavorables. La pérdida de ingresos derivada de la falta de compras regulares y la competencia desleal plantean serias preocupaciones sobre el futuro de la economía agrícola en la región.
Las autoridades locales y los representantes de la industria lechera están llamando a una acción inmediata por parte de las instancias gubernamentales pertinentes para abordar esta crisis y garantizar la viabilidad a largo plazo de los productores locales de leche en Los Altos.
Crisis añeja y desatendida
La crisis que enfrenta la industria lechera en Los Altos, no es un fenómeno nuevo.
Ya desde el año 2015, la Unión Ganadera Regional de Jalisco ha estado exigiendo a LICONSA precios justos para los productores lecheros del estado. Sin embargo, los reclamos persisten y recientemente han cobrado mayor relevancia.
Apenas en enero de este año, la diputada federal por Jalisco, María del Refugio Camarena señaló que tanto Segalmex como Liconsa han abandonado a los productores de leche de Los Altos de Jalisco, sumiendo a la región en una situación precaria que afecta directamente la producción, el patrimonio y la economía familiar de los ganaderos.
Uno de los factores que agravan la crisis es la inflación en la producción de alimentos, incluida la leche. Además, se estima que anualmente se importan alrededor de 340 mil toneladas de leche en polvo, principalmente de los Estados Unidos, lo que representa una competencia desleal para los productores locales.
Y los lecheros de los Altos no solo tienen que afrontar la competencia desleal por parte de la Paraestatal. Temas como la sequía, la escasez de presupuesto, subsidios y programas federales destinados a fomentar la producción y el consumo de leche nacional están entre sus adversarios más cercanos. Estas carencias colocan a la producción local en una clara desventaja frente a la importada, y afectan negativamente la sustentabilidad económica de la región.