Juan Eduardo López Morales | @EduardoLopezM |05 de junio de 2017
Ayer por la mañana se esperaba un panorama, con posibles brotes de violencia y situaciones inesperadas que no abonaran a una elección tranquila y en paz, afortunadamente y salvo algunas excepciones no se dieron efectos negativos y/o violencia, sobre todo en aquellas zonas del Estado de México, con control del PRI y en los cuales en anteriores elecciones se han registrado conatos de violencia.
Hasta este mediodía, según los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral del Estado de México, el candidato del PRI Alfredo del Mazo llevaba una ventaja de 33.7% con 1 millón 955,347 votos, mientras que la abanderada de Morena, Defina Gómez tenía 30.8% con 1 millón 786,962 votos.
Ayer por la noche hubo una serie de opiniones, percepciones y en el más afortunado de los casos, una prudencia buena de muy pocos. A partir de las 6 de la tarde, la hora en que se cierran las casillas, pocos minutos después, los diferentes partidos y candidatos comenzaron a proclamarse ganadores, con irresponsabilidad y en otros casos generando un clima de incertidumbre.
En los medios convencionales, radio, televisión, periódicos, cada medio empezó a publicar noticias y/o información del término del proceso, mientras un fenómeno que se dio en las redes sociales, es que la cantidad de conteos, encuestas e imágenes que compartían los usuarios de las redes, sin saber la información correcta, creíble o sin algún sustento de resultados.
Por otro lado cuando el Instituto Electoral del Estado de México, sale a dar los resultados del conteo rápido, hubo una incertidumbre y duda en muchas personas, porque no sabían que el PREP , era el programa que se utiliza para vaciar los resultados de las actas de las casillas, esos números son los que contabilizan los votos.
El PREP y el conteo rápido, dan como ganador al PRI, pero en las redes sociales, desde hoy, se ha consolidado el hashtag #FraudeElectoral promovido por los usuarios de Twitter que han subido información de los resultados de los votos, como el hecho de que no coinciden los resultados expuestos en la sábana con los que se proyectan en el PREP.
Le platico, que el próximo miércoles, en la sesión de recuento que habrá en los diferentes consejos distritales, se podrán revisar los casos específicos que ya comentábamos antes, ojalá la realidad y los datos precisos, nos den un ganador claro y con credibilidad.
Pero, ¿quién ganó? Después de ayer ganaron la incredulidad, duda y desconfianza hacia los partidos políticos, candidatos y los órganos electorales. Las dudas que se empezaron a manejar después de las 6 pm definieron un panorama en el que nadie sabía hacia donde se inclinaría la balanza. Los partidos políticos ayudaron en buena parte a esta situación.
¿Quién Perdió? La ciudadanía. No es posible que haya abstención del 52 %, esto quiere decir que solamente el 48 por ciento, de los más de 11 millones posibles votantes salió a votar.
Perdió López Obrador, mientras que su humildad no se vea, para pedir ayuda y lograr consensos con las fuerzas políticas de «izquierda», no podrá llegar a la presidencia, por su desunión y desacuerdos.
Perdió el PRI. De por sí, sus niveles de credibilidad son bajos y ahora, en caso de que se confirme el triunfo en Estado de México, la ciudadanía, será parte vital para no mostrar ningún apoyo de ninguna índole a este partido político. Podría ser el inicio de un movimiento anti PRI, en todo el país.
Perdió el PAN, porque si bien ganaron en coalición la gubernatura de Nayarit, en los demás escenarios no figuran, no son una “alternancia”, los datos reales de sus votos, muestran un partido desdibujado.
Sinceramente, estamos en una crisis de legitimidad, los próximos días veremos una serie de dimes y diretes, de saber quién ganó, quién perdió y sobretodo de buscar que esas diferencias de algunos, se sumen en acuerdos, logros y respuestas, que hoy más que nunca el Estado de México necesitan y nuestro país, lo demanda.