Cinthya Gómez | @escriboenlaluna
11 de agosto de 2016.- De acuerdo a las estadísticas oficiales en México, 1 de cada 300 niños vive con autismo, sin embargo los menos optimistas calculan que esta cifra podría ascender hasta 1 de cada 110 niños. Cada año en nuestro país se reportan más de 6 mil nuevos casos de niños con la condición del espectro autista. Incluso, el porcentaje de la población infantil con autismo, supera a la que vive con síndrome de Down, cáncer y diabetes.
Desde hace más de un año, México está “a la vanguardia” en cuanto a la legislación que reconoce los derechos humanos de las personas con la condición de espectro autista con la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista. En Jalisco, los diputados del Congreso Local recién en julio pasado adaptaron la norma a la entidad.
En teoría la ley ya es aplicable en todo el territorio mexicano, sin embargo aún falta la práctica mediante la disposición de las personas para dejar de lado los prejuicios.
Y es que para que la Ley sea funcional, aún falta aplicarla, haciendo algo desde la oficina, la calle, las instituciones, en la escuela, en dónde sea que convivamos con alguien con las características de la condición del espectro autista.
La Ley, que fue iniciativa de una madre de familia y que pugnó para que fuera posible, contempla la inclusión y la atención temprana de quienes presentan esta condición y marca un precedente, que de nada sirve si los ciudadanos no estamos conscientes de lo que representa el autismo.
Esta legislación tiene más de un año de promulgada y tiene la intención de dotar de reconocimiento oficial a este tipo de discapacidad, ya que hasta hace poco aún se le trataba junto a padecimientos como el Síndrome de Down.
En Jalisco, la ley marca la pauta para garantizar el respeto, la inclusión y atención médica, educativa y laboral a las personas que viven con autismo.
“En la actualidad cada vez se escuchan más casos de personas con autismo, pero este tipo de herramientas para facilita el tratarlos y darles diagnóstico certero y temprano, facilitarles la inclusión, y eliminando la discriminación”, comentó a Kiosco Informativo, Cristina de Alba Lupercio, titular de Desarrollo Humano y Social de Tepatitlán.
Y es que según la funcionaria, incluso las escuelas “especiales” suelen discriminar las solicitudes de atención de personas con autismo, por lo que esta ley traza un camino muy claro para atender en lo educativo a las personas con esta condición. Incluso, esta ley también contempla la capacitación de los maestros de escuelas especiales o de niños con esta condición, para que puedan atender y trabajar mejor con estos alumnos.
“Muchas veces tenemos un prejuicio respecto a esta condición. La idea es que los dejen estar en una escuela de verdad y que sea multidisciplinaria la inclusión, no tenerlos ahí por tenerlos y decir que son escuelas incluyentes”, increpó.
La reglamentación también considera la inclusión de las personas con autismo en los espacios de entretenimiento y en los trabajos.
“Aun no llegamos a esa línea en donde se puedan incluir a las personas con autismo que tienen capacidades muy buenas con respecto a los sistemas operativos, con acomodar, todo lo que tenga que ver con el perfeccionismo, porque esa área para ellos es muy fácil por que es muy completa”, comentó Cristina de Alba.
Donde si reconoce que ha habido apertura por parte de las organizaciones ha sido en las disciplinas deportivas.
La concientización y la inclusión comienza en los hogares con una educación abierta y libre de prejuicios en torno a la discapacidad.
“Empezamos desde los niños, a ellos no les interesa que alguien sea diferente a él. A ellos les interesa jugar, y si les vamos inculcando esa idea de que todos somos diferentes y que tenemos características diferentes, no tendremos que luchar en contra de los estigmas que tienen los adultos. Todo está en nosotros, es complicado, pero está en las ganas”, invitó la funcionaria.
Podremos tener muchas leyes, pero si no creamos conciencia y no trabajamos en dar a conocer lo que es, las estadísticas y no actuamos desde donde estamos, de poco servirán los esfuerzos por reconocer legalmente a las personas con autismo.