PAN-PRI-PRD ¿Cinismo o urgencia? | OPINIÓN

La coalición electoral entre el PAN-PRI-PRD no debería sorprender a nadie. Primero, porque en toda democracia del mundo es válido conformar bloques opositores. Hasta el presidente López Obrador lo ha dicho así.

Y segundo y más importante: No deberíamos sorprendernos, porque estos partidos ya se habían revolcado en las mismas sabanas durante años. Solo que antes lo hacían furtivamente, a escondidas en el Motel del Neoliberalismo. Ahora simplemente han ido ante el oficial del Registro Civil a formalizar su relación.

El famoso PRIAN nació en 1988 cuando el blanquiazul sospechosamente aceptó la quema de boletas electorales y reconoció el triunfo de Salinas de Gortari, lo cual fue premiado por las famosas concertacesiones (la más celebre la que llevó a Carlos Medina Plascencia a la gubernatura de Guanajuato, en detrimento de Vicente Fox y el cuestionado Ramón Aguirre).

Esta relación se fortaleció por sus coincidencias en el proyecto neoliberal, sobre todo en momentos como la Reforma Energética y el Pacto por México, cuando se sumó el Sol Azteca. Además en el Pacto Secreto entre Calderón y Peña Nieto para abandonar a su suerte a la candidata Josefina Vázquez Mota y fortalecer la campaña del priista para evitar el triunfo de López Obrador.

Finalmente, la coalición de estos partidos confirma la narrativa del presidente ,que el PRI y el PAN son lo mismo. (Claro que en Morena tampoco son puros e inmaculados, pues también está plagado de ex priistas, ex perredistas y en menor medida, expanistas). Y es eso uno de los factores que hace frágil esta alianza ante un presidente como López Obrador que ha demostrado sus dotes de hábil comunicador político.

Esta coalición es ultra pragmática. Tan es así que solo postularán candidatos comunes en 158 de los 300 distritos. Es decir solo donde ellos creen que no pueden ganar por sí solos. Eso demuestra que solo es un asunto de aritmética. Y nada más. No hay mas plataforma, ni propuesta más que ir todos contra AMLO. Y aunque tengan razón o no, ese es un pegamento muy frágil.

El PAN encabezará en 61 distritos, el PRI en 53 y el PRD, que era un zombie que ya tenía un pie el más allá, recibe un tanque de oxígeno al encabezar en 44 distritos.

Aquí quisiera hacer un breve paréntesis en el caso de Movimiento Ciudadano. Ellos están siendo criticados precisamente por lo contrario: por su falta de pragmatismo. Sin embargo creo que al presentarse como una Tercera Vía, una izquierda moderna que podría atraer a los votantes que odian al PRI o al PAN pero hoy se dicen decepcionados de haber votado por Morena en 2018, se trata de una buena estrategia de mediano plazo rumbo al 2024.

Volviendo a la alianza anti-natura entre PAN-PRI-PRD. La narrativa para justificar esta coalición es que “no había de otra”, y es la única manera de frenar un proyecto “autoritario”, evitando que el presidente tenga de nuevo mayoría en el Congreso, lo cual es clave para que caminen las reformas con el que López Obrador busca darle rostro a su proyecto de nación.

¿En realidad somos tan ingenuos para creer que estos partidos van a usar sus curules para beneficiar al pueblo de México? Insisto, los de Morena no son blancas palomas, pero recordemos como al destaparse el cochinero con Emilio Lozoya, tanto panistas y priístas han sido acusados de mercadeo legislativo, es decir, de negociar al mejor postor pagos millonarios a favor de reformas.

Es más. Lo que va a suceder es que una vez en el Congreso, el PRI que sabe mucho de negociación, seguro se entenderá con Morena y dejará colgado de la brocha al PAN, que será el que más perderá, pues no serán pocos los simpatizantes que les darán la espalda, decepcionados de verlos aliados con su otrora adversario histórico tricolor.

Y aquí suscribo una idea que me hizo ver un buen amigo: Es muy importante mantenerse crítico contra AMLO pero con inteligencia, no como parlanchín que aplaude el bodrio de la coalición del PRIANPRD, que es indefendible

Esta alianza antinatura demuestra la decadencia del sistema de partidos tal y como lo conocemos.

Estamos viendo el último coletazo de una bestia herida.

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