Claudia Franco * | 10 de octubre de 2024
México esta cambiando la historia, por primera vez el deseo de poder ser presidentA de la república es posible, bajo un discurso incluyente y motivador, las mujeres y niñas hoy vemos de cerca que si es posible aspirar a los puestos de mayor importancia que, aunque claramente la brecha de género y la brecha salarial siguen existiendo y pese a la advertencia de la ONU que señala que al ritmo actual se tardará 300 años en alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, hoy ya no sólo es un anhelo, sino una realidad.
Se vuelve esperanzador escuchar que la primerA presidentA nos ha devuelto la capacidad de soñar a las mujeres, amas de casa, cuidadoras, profesionistas, nos hizo ver que si se puede y que si es posible alcanzar lo que anhelamos.
Si pensamos en las nuevas generaciones, a las niñas se les ha despertado el deseo de lograr sus sueños, el vivir en carne propia con la ilusión y la esperanza tal y como lo hizo la grandiosa Ifigenia Martínez quien es una de las mujeres emblemáticas de este país, una referente de la política, pionera en la lucha por los derechos femeninos, una mujer casi centenaria que no desistió hasta ver y hacer entrega de la banda presidencial a la primera mujer electa al mando de nuestro país.
También por vez primera fuimos testigos del liderazgo de las mujeres al frente de los Poderes de la Unión; en el ejecutivo la Doctora y científica Claudia Sheinbaum, quien no sólo es la candidata más votada de la historia, también representa la esperanza de un cambio en nuestro país; en el poder legislativo al frente del Congreso de la Unión tuvimos a la diputada Ifigenia Martínez y Hernández recientemente finada, pero que su legado perdurara en la historia y; al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del Poder Judicial tenemos a la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández quien también ha presidido el Comité Interinstitucional para la igualdad de Género.
Esto sin duda quedará marcado por siempre en la historia mexicana y en el mundo, aunque falta mucho de la teoría a la práctica, hoy las mujeres del país podemos inspirarnos en que las mujeres somos capaces, estamos listas y podemos lograr nuestros objetivos, sin importar las circunstancias de cada una, pero sobre todo que al decidir incursionar en la política no solo se crece de manera personal, sino que a su vez abrimos caminos para quienes vienen detrás, mejorando las oportunidades y que cada vez nos cueste menos llegar.
Aunque parezca lejano, esto es un avance en cascada de la larga lucha de las mujeres y un punto de lanza en nuestra participación en la política; no es un sueño, las mujeres y niñas de Tepatitlán también podemos ser regidorAs, alcaldesAs, diputadAs, gobernadorAs y presidentAs.