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El COVID19 se riega como pólvora en México. Tan solo este miércoles 5 de enero se registraron 20 mil casos nuevos, como al inicio de la segunda ola de la Pandemia y existe la emergencia por la variante Omicron.
A pesar de ello, se están realizando con bombo y platillo diversas fiestas patronales, como las de Arandas, que aglutinan a miles de personas, quienes ya entrados en el consumo de alcohol, descuidan las medidas sanitarias , con un evidente riesgo de contagio.
Con todo, el gobernador Enrique Alfaro señaló que estás fiestas ya no se pueden detener y llamó a la población a ser responsable y autocuidarse, no aglutinándose.
«A todo mundo. No solo en Cajititlán, están las fiestas en Arandas. Sabemos que hay eventos programados, actividades que son muy difíciles de detener, pero hay que decirle a la gente que ande con cuidado, que usemos el cubrebocas. El gobierno sigue trabajando, aquí estamos. No vamos a parar la vida una vez más, pero es una pausa para entender que hay que cuidarnos y cuidar a nuestras familias».
Permitir las fiestas en Cajititlán (delegación de Tlajomulco) y Arandas, ambos municipios gobernados por Movimiento Ciudadano, contrasta con la decisión tomada el pasado 31 de diciembre, cuando el Gobierno de Jalisco prohibió los festivales de Año Nuevo programados en Chapala (gobernado por el PAN) y en Puerto Vallarta (gobernado por Morena).
Ante la emergencia de Omicron, Enrique Alfaro señaló que adelantaron la sesión de la Mesa de Salud, programada originalmente para el viernes. Y descartó el cierre total de actividades económicas.
«No podemos regresar a un escenario de detener las cosas. Hay que seguir para adelante, hay que hacerlo con cuidado, pero si se tiene que ajustar una medida se tomará la decisión más adecuada», enfatizó.
También se mostró de acuerdo con que el regreso a clases presenciales en las escuelas.
