Cinthya Gómez | @KioscoInfo | 29 de septiembre de 2017
Un antiguo curato en la comunidad del Sauz de Cajigal, ranchería del municipio de Arandas, alberga un museo de sitio en el que se encuentran piezas de la prehistoria, la época prehispánica y del conflicto cristero de la región. Sin embargo, a pesar del valor de los vestigios, sus protectores denuncian el abandono por parte de las autoridades de turismo del gobierno local, comentó a Kiosco Informativo, Francisco Javier Navarro Hernández, encargado del MUSAC.
El museo enclavado en la localidad en la que apenas viven 120 habitantes, comenzó a operar en 2010 a solicitud de un grupo de coleccionistas de piezas antiguas con ayuda de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
Sin embargo, siete años después de su inauguración, ni la misma CONACULTA, ni la Secretaría de Cultura de Jalisco ni la oficina de turismo de Arandas aportan recursos para que el sitio que se ocupa de preservar el pasado de esta región siga conservándose en buen estado.
El abandono es tal, que ni siquiera las mismas autoridades municipales promueven la visita a la galería de sitio.
“… Todo por la falta de 700 pesos semanales que el ayuntamiento no quiere donar para tener una persona que tenga abierto desde las 12 hasta las 7 de la noche, así de gachos”, reprochó el cuidador.
Navarro Hernández lamenta que las autoridades arandenses no contemplen al MUSAC como parte de los tesoros y baluartes alteños, a pesar de que este recinto es el único museo que tiene el municipio, y asegura, que más del 70 por ciento de la gente de esa localidad no saben que existe el museo.
“Cuando esto reventó si venía gente. Pero ya por unos problemillas con turismo del municipio, pos ya no. Les falta promover. Aquí los que me mandan el turismo son más bien los taqueros, los taxistas, el de la tienda, la gente del mismo pueblo. Porque uno llega al ayuntamiento a preguntar y no saben que tenemos un museo, ya sea porque no saben o porque no quieren y este es el museo de Arandas, es el único museo que tiene Arandas”, comentó.
Debido a eso, la frecuencia de visita es baja. En promedio el museo recibe al mes cerca de cien personas oriundas de Jalisco; sin embargo también lo visitan del centro del país y del extranjero. Escoceses, alemanes, ingleses, polacos y hasta chinos han visitado el MUSAC.
Pero las carencias económicas del museo no significan que este se encuentre abandonado, sino todo lo contrario. El antiguo curato se encuentra en perfectas condiciones y hasta los toques estéticos añadidos recientemente le dan un aire moderno.
Es a través de pequeñas donaciones voluntarias de los visitantes que es posible mantener a flote el recinto, pues ajusta para a el pago de la energía eléctrica, la limpieza y otros mantenimientos.
“Ahorita no está llegando recurso de ningún lado. Se mantiene de lo que aportan los visitantes”, denunció Navarro Hernández.
Por la falta de recursos, el museo solamente abre los domingos, pero hace excepciones cuando, entre semana, llegan visitantes interesados en conocer un poco de la vida de sus antepasados.
“Me causa admiración que vengan de la Ciudad de México, porque ahí tienen lo mero principal, y les gusta mucho esto pero, lo que más les gusta es venir a ver las casitas de adobe”.
Pasado con toque alteño
El MUSAC, una construcción de adobe rojo y que huele y se siente a pasado, alberga piezas que datan desde hace varios millones de años, pasando por las de 700 años atrás de la época prehispánica, y las colecciones personales de la época del conflicto cristero.
La sala que más presumen en el museo es el que alberga la colección cristera, pues, según el cuidador del museo, esa localidad arandense fue crucial durante el conflicto armado. Esta sala almacena más de 4 mil piezas, mientras que la sala prehispánica alberga hasta 7 mil vestigios.
¿Llevárselo a la cabecera?
Según Navarro Hernández, la intención del ayuntamiento siempre ha sido sacar el museo del Sauz de Cajigal para llevárselo a la cabecera municipal. Y aunque dice que el no se opone a esta propuesta, sí sostiene que primero deben de garantizarle el cuidado de las piezas de colección que ahí se resguardan.
Un tesoro a hora y media de Guadalajara
A decir del cuidador del museo, la pequeña ranchería en su conjunto datan de 1650 y era famosa por ser el cuarto descanso para los viajantes que iban de la Nueva Galicia (Guadalajara) a la Ciudad de México.
Y aunque su mayor atractivo es el MUSAC, la esencia campirana, antigua y tranquila de la comunidad se suman al misticismo del Sauz de Cajigal.
Para llegar a ese lugar, ya en Arandas hay que tomar el libramiento hacia su lado norte y tornar a la derecha en el entronque del camino que va a Jalpa de Cánovas, Guanajuato y seguir por cerca de 14 kilómetros.