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12 de marzo de 2016.- El toque femenino en las actividades económicas de Los Altos, ha estado presente siempre dándole curso a una aguja, un volante o una empresa. Pero también siempre, silencioso y muchas veces sin reconocimiento. Hasta hoy.
El libro “Quehaceres y Obras, el trabajo femenino en los Altos de Jalisco”, de las autoras Patricia Arias, Imelda Sánchez y Martha Muñoz, recoge historias de mujeres de la región alteña que han sabido sacar adelante tanto a sus familias como a empresas enteras, sin doblegarse -o coexistiendo- ante el mando masculino.
Martha Muñóz Durán, coautora de este libro que edita la Secretaría de Cultura de Jalisco, detalla que retrató el toque femenino en muchas actividades productivas de importancia en la región y que en ocasiones esa mano, llega a otros lugares del país.
“El libro es una obra que trata de recuperar el trabajo de las mujeres, desde la perspectiva de que hay muchas actividades que perduran desde hace siglos como es la costura, el trabajo de los lácteos. Por ejemplo en esto las mujeres generaban recurso para contribuir a la economía familiar haciendo quesos, cajeta , dulces, aquí estamos incluyendo bordados, punto de cruz que es tan tradicional en esta zona y que se venden en el tianguis de Tepatitlán y de San Juan de los Lagos y en Santo Toribio Romo (Jalostotitlán) Nos contaron que mucho del trabajo que se vende en el tianguis se lo llevan para darlo a otro precio más alto en San Juan en la Ciudad de México”.
Según las autoras, el trabajo de las mujeres suele verse con recelo, y una vez que cobra valor se “atesora”.
“Tenemos la entrevista a una empresaria de Los Altos, la señora Margarita Martín, que es una de las primeras que trajo máquinas bordadoras y un tallercito que tuvo su auge como en los 90 (…) surgió a iniciativa de ella y sus hermanas y que ellas decían vamos a hacer esto, y los maridos y los papas decían no, no va a funcionar. Y fueron ellas quienes se lanzaron y cuando ya estaba funcionando, ellos se involucraron también y formaron parte del negocio”.
El libro recoge el día el día de las mujeres de una región del país que se caracteriza por ser machista. Cada autora trató una perspectiva diferente en sus historias.
“Yo trabajé uno que se llama mujeres al volante, una vecina que vendía nieve y pasaba y luego me encontré a una mujer que vendía pan, ropa, otra que carnes frías, otra que trabajaba en Bimbo” señaló Martha Muñoz.
“Tenemos a las mujeres que hacen actividades en casa a nivel muy micro pero que también a veces es la única forma de sostener a la familia porque los maridos se van a trabajos temporales y suelen quedarse en ocasiones mas que con este ingreso”.
Muchas fueron las historias que se quedaron sin contar. Muñoz Durán indica que se coleccionaron varios testimonios, pero que en una edición imposible recopilar ese retrato de la participación femenina en todos los ámbitos de la realidad alteña.
“Nos fueron insuficientes las páginas del libro para contar (…) nos quedamos con las ganas de que entrara más. Hay bastantes historias de vida que se quedaron sin imprimir. Lo que hicimos fue recuperar lo más, pero nunca puedes reflejar todo en una cuartilla. Pero esta parte que está, refleja eso, el valor que tiene el trabajo de las mujeres para aportar a la sociedad”, señaló la autora.
El libro se presentó como parte de la clausura del Festival cultural de la Mujer que organizó el ayuntamiento de Tepatitlán. La presentación del ejemplar corrió a cargo del académico e investigador de CUALTOS Cándido González Pérez y del Director de Arte y Cultura del Municipio, Francisco Sandoval.