Por: Diego Loza
Defender la democracia es una exigencia que nos compromete a todos, quienes nos dedicamos a dirigir causas altruistas, creemos con firmeza que es la forma más civilizada para articular la convivencia social, independientemente el rol que desempeñes en la sociedad, en alguna asociación civil, fundación o empresa, siempre es bueno consultar y escuchar para ejecutar acciones importantes.
Considero que la política es una vocación excelsa, porque su función es procurar el bien común, y eso requiere generosidad, poner nuestros talentos para beneficio de nuestros semejantes.
Ya lo decía el filosofo Aristóteles, somos seres sociales por naturaleza y por ende la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para realizarnos mutuamente y sobre esa línea es importante reconocer que urgen seres humanos preocupados por el dolor de los demás, un ciudadano comprometido con su patria, sus principios y valores.
Un verdadero ciudadano no se forma siendo conformista de las realidades temporales que está viviendo, sino que requiere la recreación cotidiana de ciertas prácticas, valores y principios. Así, la cultura cívica es la “gran vacuna” que nos permitirá salvar a las democracias de los riesgos y desafíos que enfrenta. Amigo lector: tu y yo podemos ser la vacuna para fortalecer a nuestra bendita Patria.
Te platico el motivo de este articulo de opinión, Misión Rescate México (MRM) nace como un movimiento que impulsa la participación ciudadana, con la bandera de la defensa de la democracia, la paz, la justicia social, es justo y necesario recordar a todos los lectores que México nos necesita a todos.
Cuando rendimos honores a la bandera y cantamos con pasión el himno nacional, precisamente en la estrofa ¡Mexicanos al grito de guerra! Francisco González Bocanegra nos exhorta estar prestos en la lucha, seguimos cantando “Piensa oh patria querida, que el cielo un soldado en cada hijo te dio” es ahí donde debemos reflexionar sobre nuestro llamado como hijos de Dios.
En MRM tenemos una clara conciencia de que una sola fuerza, del color que sea, no puede llevar a buen puerto al país y a todos los mexicanos, por eso queremos una nación plural, diversa, democrática, capaz de analizar la realidad y proponer soluciones efectivas.
Por ello la defensa de la democracia ha sido, desde la Grecia antigua, que fue donde se inventó, hasta nuestros días, un deber ciudadano ineludible, que comienza por la participación personal para aportar en nuestro entorno, en la familia, en la escuela, en la colonia, en los grupos de profesionistas, etcétera.
También nos toca exigir de sus políticos la construcción de sistemas de gobierno con una auténtica división de poderes, que garanticen equilibrios y contrapesos efectivos para frenar el autoritarismo y el abuso en el ejercicio del poder.
Defender a la democracia implica también promover una ciudadanía ávida de vivir en un Estado social de derecho; en el cual esté dispuesta a cumplir con el orden jurídico establecido, pero también a participar activamente en la exigencia de la garantía y cumplimiento universal, integral y progresivo de los derechos humanos.
En democracia, todos los discursos deben ser permitidos, alentados y defendidos, excepto aquellos que niegan los propios principios democráticos.
En México, contamos con un sistema electoral democrático, competitivo y plural. Este sistema, sustentado en el principio básico de “una persona, un voto” permite que todas y todos tengamos la misma capacidad de incidencia frente a la política y ejerzamos de esta forma un control sobre el poder del Estado.
Recuerdo con lujo de detalle aquella etapa de mi vida cuando fui Presidente de Jóvenes Coparmex, una campaña titulada ¡Si no votas, no te quejes! Buscábamos promover la participación ciudadana a través del voto útil, generando espacios, foros para conocer a los perfiles que se estaban postulando para ser nuestras autoridades; de esa manera la población de la Región de los Altos logró votar de forma consciente. Informándose, de ahí radica la importancia de seguir manifestándonos para exigir a nuestros representantes.
En Misión Rescate México buscamos ser críticos, pero no podemos emitir criticas constructivas sino actuamos a la par, por eso estaremos en cada colonia, delegación escuchando y motivando a la participación ciudadana.
¿Quién pude ser parte de este movimiento nacional? Desde luego todos, si te interesa, me pongo a tus órdenes para escuchar más de este gran proyecto, queremos un crecimiento estratégico en cada localidad, formar y promover líderes ciudadanos, un crecimiento de nuestro capital electoral, por último pero no menos importante, queremos construir una base amplia ciudadana que mediante una plataforma común básica logre iniciar el rescate de México en el 2024.
Defendamos juntos la democracia, la hora de la verdad se acerca de nuevo para el 2024, y ahí estaremos de nueva cuenta luchando por la libertad y la paz.
Somos más de 100 organizaciones sociales de todo el país comprometidas con la democracia y el bien común. Te estamos esperando, en forma individual, con tus amigos o con alguna organización a la que pertenezcas y quieras trabajar por el bien de México.
Finalizo con una frase que me encanta mucho de Carlos María Abascal Carranza “Tenemos que recuperar para la política el amor. Yo creo que el amor y la política van de la mano” Pues bien que nuestra participación ciudadana sea con amor. Nos escribimos en la próxima edición.
Diego Armando Loza Hernández
Coordinador Regional Misión Rescate México
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