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Kiosco Informativo | @KioscoInfo | 27 de mayo del 2019
San Antonio Tlayacapan es un poblado en la Ribera del Lago de Chapala, está a solo tres kilómetros de Ajijic. En esta localidad existe una fundación llamada Niños de San Antonio A.C. que otorga comida y herramientas a grupos vulnerables.
Para poder preparar los alimentos y el consumo de las personas que a diario acuden a un espacio en donde también se ofrecen talleres ocupacionales, el gasto de agua purificada de casi sesenta garrafones al mes, mermaba la deteriorada economía de la asociación, para mitigar el gasto, la Fundación México Solidario de los Altos entregó a Niños San Antonio un purificador de agua.
La Asociación de Amigos con sede en Tepatitlán, hizo la entrega del filtro en aras de seguir con su labor solidaria en pro de los más necesitados, con la única finalidad de contagiar las solidaridad entre la gente. La actividad forma parte del programa “Agua potable” que busca que más personas tengan acceso a consumo de agua limpia.
México Solidario ha entregado filtros para agua en diversas instituciones educativas, tanto en Tepatitlán, como en otros municipios. La única condición es que las escuelas o instuciones educativas que son beneficiadas, también compartan el vital líquido con otras personas.
La Fundación Niños de San Antonio sirve alimentos a 30 personas en su sede, que es un edificio antiguo que alguna vez funcionó como hospital. También distribuye comida a 18 enfermos. Son apoyados por asociaciones locales, de algunas reciben solo dos apoyos al año.
Lorena Herrera una de las fundadoras y voluntarias de San Antonio, señaló que los apoyos que brinda su fundación van más allá de solo invitar a comer a las personas o familias completas.
“Hay familias en donde el papá se queda sin trabajo, va toda la familia. Lo que buscamos en algunos casos es que la asistencia al comedor de estas personas sea solo transitoria. Estamos manejando una base de datos para hacer una bolsa de trabajo, le buscamos trabajo al papá y a la mamá la capacitamos para que trabaje en casa, porque también la idea no es solo darles el pescado sino enseñarles a pescar”.
“Llega un momento en que no tenemos recursos y tenemos que dar comida; nos movemos y conseguimos que media caja de papas, buscamos a ver quién nos regala carne”.
“Empezamos a vender en kermeses, tenemos un bazar que lo hacemos cada cierto tiempo, de ahí también salen recursos, hacemos rifas, buscamos en todas partes”, detalló la voluntaria.
Además de los alimentos, en la Fundación ribereña, han ofrecido un taller de tejido para señoras mayores, un taller de piñatas para niños y mamás con la finalidad de que pasen tiempo de calidad; un taller de vinos y licores con botanas cuyo objetivo fue que las madres de familia se auto empleen dentro del hogar y no dejen a solos a sus hijos y además tengan una ingreso extra. También han impartido taller de desayunos para turistas.
“Actualmente tenemos un curso de inglés, en donde participan 18 niños con una maestra que es voluntaria, igual que las personas que participan en la asociación. En estos mementos están trabajando en un proyecto de primeros auxilios que les imparte la dirección de protección civil y bomberos de aquella localidad. Buscan realizar un taller para incluir niños de cuarto a sexto de primaria, para capacitarlos en primeros auxilios, esto entre niños en lo que llaga un adulto. La idea es que se capacite un maestro seis niños por escuela”, agregó Herrera.
San Antonio Tlayacapan es un lugar emblemático, por muchos años fue el principal proveedor de ladrillo de la región ribereña.
