Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 16 de julio del 2019
“De ahí no nos vamos a salir y háganle como quieran” con esa frase María de Jesús García Guzman aparece en un video-reportaje realizado por unos estudiantes universitarios en el 2008, cuando el conflicto por el proyecto El Zapotillo tenía un par de años de haber iniciado.
En aquella ocasión, Mary Chuy, como se le conoce en la lucha, era más joven, un derroche de energía. Usaba la letra del himno nacional para alzar la voz contra los gobernantes en turno. Aquel año llevaba el cabello negro, ahora su cabeza es ceniza, casi blanca. Los años le curtieron el rostro, pero no le arrugaron el espíritu de lucha. Camina apoyada por un bastón. Tiene 73 años. Nació en Temacapulín.
“El agua no se la estamos peleando, se la pueden llevar. Que busquen alternativas, hay otras formas; se les ha dicho. En mesas de diálogo hemos traído personas expertas en todo. Violan todos nuestros derechos. No se puede cambiar, estas son nuestras raíces. Aquí nos parió nuestra madre”, declara para un documental denominado “Temacapulín, pueblo luminoso” que fue compartido por Colimarte Difusión Cultural en el 2011.
Se cansa, pero no se rinde. En agosto del 2014 aparece en otro video, subido a la web por Regeneración Radio en la red social Youtube. En el audiovisual, MaryChuy vuelve a repetir lo mismo del 2008 “Le mandamos un mensaje al gobierno, no nos vamos a salir. Palabra de una vieja” agrega.
La resistencia la ha llevado a conocer lugares como Oaxaca, Guerrero, Puebla, Panamá y Costa Rica, en donde ha compartido experiencias con personas afectadas por megaproyectos.
Ha visto ir y venir gobernantes que han querido sacar a flote el proyecto El Zapotillo. El último fue el pasado 29 de junio cuando el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a quien creían aliado, firmó un convenio para la distribución del agua del Río Verde, con el gobierno de Guanajuato, sentenciando nuevamente a Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
“Van a ser catorce años de lucha, en la que estoy cansada porque yo creí que las cosas eran diferentes. Cuando era niña me hablaban mucho de los principios, de nuestro himno nacional. La verdad yo pensaba que era todo muy bonito, pero llegué a un momento, por ahí de los 68 o 69 años a darme cuenta de otras realidades que me avergüenzan, me avergüenzan nuestros representantes, porque me doy cuenta de que son unos mentirosos, porque entra uno, luego otro y otro y sigue siendo lo mismo. A veces sentimos confianza en alguno. Ya pasó Ramírez Acuña, Emilio González y Aristóteles y ahora Alfaro”, detalla la defensora de los poblados.
“Hace tiempo hablé con Alfaro en Casa Clavijero, le dije ¿Qué va a pasar con lo de la presa? Y el juró y reperjuró que el agua jamás iría a otro estado, que el agua tenía que estar en el estado de Jalisco, no dijo que iba la presa porque ya estaba hecha, pero sí creo que nosotros estamos mejor preparados, no somos unos mentirosos, hoy me doy cuenta”, señala.
Desde que empezó a conocer problemáticas similares a las de Temaca en otras partes de México y más allá de sus fronteras, MaryChuy fortaleció el carácter.
“De ahí para acá había llorado mucho, ahora ni madres, ya no lloro. Estamos listos si quieren venir que vengan”, advierte ahora en el 2019.
Otro golpe vino del Gobierno Federal, cuando Andrés Manuel López Obrador, durante su discurso de aniversario por haber ganado los comicios en el 2018, anunció que seguirían los trabajos en la presa El Zapotillo. Cubeta de agua fría para los de Temaca. El ahora mandatario de la nación, había visitado al comunidad, les había dado certeza.
“Teníamos una esperanza porque Andrés Manuel estuvo en nuestro pueblo en tres ocasiones y nos dijo claramente que él iba a estar con nosotros ahí en el pueblo, ahorita es hora que lo estamos esperando”, indica.
Ya no cree en los políticos. Durante las campañas electorales del 2018, los defensores de Temaca habían sido convocados por el entonces candidato por Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro y su equipo. Participaron en mítines en donde el aspirante dejaba claro que se defendería el agua para Jalisco y los Altos.
“Los políticos nos traicionan y nos dan puñaladas por la espalda, nos damos cuenta de que todos son iguales, creímos en López Obrador, no como político, sino como persona. Me siento muy traicionada por Andrés Manuel, mucho”.
“¿Qué podemos decir de los políticos?, todos ellos se van con el mejor postor, pero hay un Dios que no es vengativo pero si es justiciero. Los políticos son unos puercos trompudos y nomás hacen lodo para su chiquero”, enfatiza.
A MaryChuy, al igual que a muchos otros en Temaca le duelen los muertos, los que se fueron con la zozobra de que algún día el agua podría anegar a la comunidad. La mortandad se incrementó desde que inició el conflicto. 38 difuntos del 2006 al 2016.
“Me duelen mucho los compañeros que se han ido, porque se han acelerado las muertes por las represiones de los gobiernos. Ven que somos un pueblo tranquilo y nos quieren sacar, no sé qué nombre darle a eso”.
“Es una pena, una vergüenza que yo una persona de 73 años estoy tan desilusionada, a lo mejor ya no duro mucho, es una pena tener que irme con esto en mi corazón. Pero eso no quiere decir que ya estoy dada, lo que si les sigo diciendo es en Temaca ni les vendo, ni me salgo de ahí, que le hagan como quieran, la verdad yo si tengo los bastantes ovarios, porque los políticos dicen una cosa y demuestran otra. Nosotros estamos tranquilos, estamos firmes. Aun a mis años y mi cansancio ahí vamos a estar”, añade.
La también activista recurre a pasajes bíblicos para tratar de explicar el sentir y discernir de lo que han vivido durante más de una década.
“Dice una parte del evangelio que el que edifica en terreno no es fértil todo se va y el que está en una roca permanecerá ahí, sin caer. Yo me siento como eso que está edificado en una roca. Hay que seguir los ideales, porque estas personas de los gobiernos ni tienen ética, ni dignidad, mucho menos vergüenza, no tienen nada, de nada”.
También en el video del 2011, María de Jesús García Guzmán, con una mirada autentica, con el valor que la caracteriza, concluye su testimonio, diciendo “Más vale morir de pie, que morir de rodillas”.