Staff Kiosco Informativo | @KioscoInfo | 08 de marzo de 2018
Los Altos de Jalisco es una región rica por sus actividades agrícolas. Las manos de cientos de personas han impulsado una pujante industria avícola, porcícola y ganadera en general, que sin el esfuerzo de la parte femenina, este talante no podría ser hoy lo que es.
Sin embargo, a pesar de ese esfuerzo, el trabajo realizado por las mujeres no es valorado como tal, según sostiene Rosa Noemí Moreno, académica del Centro Universitario de Los Altos, al grado de que las mujeres que se dedican a las actividades rurales o domésticas en la región difícilmente pueden acceder a servicios que les garanticen una buena calidad de vida.
Y es que, para la académica tanto valen las actividades domésticas y las ayudas del campo como el de una oficina; pero lo primero que hay que hacer es el reconocer que estas actividades también son trabajo.
“Lo primero que hay que hacer es el visibilizarlo. Si no lo hacemos visible, este trabajo va a seguir invisible, como si no existiera. Para que existan políticas públicas, tendientes a reconocer el trabajo doméstico, primero hay que visibilizarlo. Una vez hecho esto, si se reconoce legalmente, si las instituciones reconocen el trabajo no remunerado tanto agrícola como doméstico, se pueden generar una serie de políticas sociales para proteger a las mujeres del campo”, comenta Noemí Moreno.
La académica señala que lo ideal es que por el simple hecho de hacer labor doméstica, una ama de casa merece acceder al seguro social, pensiones, educación, capacitación, extensionismo y acceso a la tecnología como lo haría cualquier trabajador.
“Son cuestiones a las que las mujeres difícilmente acceden, porque tanto no son propietarias de la tierra, y pues no tienen cómo comprobar o como llenar los requisitos legales para poder acceder a créditos o programas”, lamenta.
A decir de la académica, esta visibilización y empoderamiento deberá ser responsabilidad tanto de las universidades, el estado, y de las poblaciones en estas condiciones.
En la zona de Los Altos las cifras sobre cuántas mujeres se dedican al trabajo rural son inciertas, pues sostiene que, aunque el INEGI dice que cerca del 11 por ciento del a población alteña se han avocado a estas labores, el panorama real podría ser muy diferente.
“Si hacemos estudios etnográficos, que son más exactos, nos daríamos cuenta que son más mujeres las que hacen trabajo agrícola, porque como es ayuda, no lo registran como trabajo, ahí es dónde debemos trabajar”, comentó.