¿Qué tan valiosos pueden resultar los expedientes judiciales del Archivo Histórico de Tepatitlán desde la mirada feminista?
La respuesta es incalculable. Y La investigadora Andrea Prado, estudiante de la Universidad de Guadalajara descubrió en ellos una inmensa cantidad de datos y testimonios que retratan el estilo de vida de las mujeres que vivieron entre el siglo XIX y principios del XX en el municipio.
Invitada por la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal, este jueves, Andrea Prado presentó en la Casa de la Cultura en una ponencia titulada «Mujeres asesinas en Tepatitlán: el “eterno femenino” frente a una copa de vino», la cual forma parte de su novedosa tesis: «Entre burras y gallinas: Identidad y mujeres en los expedientes judiciales del Archivo Histórico de Tepatitlán (1815-1907)”
«Romper los estereotipos, los lugares comunes, cuando se habla de la mujer, cuestionándolos a través de la apertura a todos estos casos de identidad que se suscitaron durante el siglo 19, precisamente cuando se hablaba de ese proyecto filosófico entorno a lo femenino».
La mujer desde lo filosófico
«Cuando hablamos del eterno femenino frente a una copa de vino, son dos cosas que se contradicen, porque el eterno femenino es una figura que nace en el siglo 19, y también de la mujer del hogar, y que era una especie de proyecto filosófico que se empieza a construir en la prensa en la que ciertos filósofos empiezan a hablar sobre las características de la mujer en plural. Cuando hablamos de la mujer hablamos de este proyecto del siglo 19 y de una identidad única del ser mujer. Pero la realidad no es esa. Las mujeres somos plurales, dinámicas, diversas, y existe una pluralidad de identidades dentro de nosotras. Por eso cuando hablo de la identidad de las mujeres, me refiero a esa del siglo 19″, dijo.