Cinthya Gómez | @escriboenlaluna
28 de abril de 2016.– Las campanas repicaron desde la Parroquia de San Francisco y la gente comenzó a aplaudir. La señal de que el Señor de la Misericordia había salido de su santuario estaba echada. No restaba mas que esperar.
Como cada año, ayer la imagen del Cristo salió de su Santuario para recorrer algunas calles de la ciudad y visitar la Parroquia de San Francisco.
El cortejo que este año acompañó a la imagen del Cristo abierto de brazos por el centro de Tepatitlán fue ligero, sobrio y personal.
Danzantes aztecas, cabalgantes, escaramuzas, bandas de guerra y músicos formaron parte del séquito de avanzada de la procesión.
Detrás, nueve carros alegóricos llevaban representaciones de los pasajes bíblicos y momentos históricos más importantes de los fieles tepatitlenses, que fueron ilustrados con cristos, marías y santos de carne y hueso.
Durante las dos horas que duró el recorrido, la imagen del señor de la misericordia estuvo resguardada por los jóvenes de los movimientos religiosos de la localidad, sacerdotes y religiosas.
Atrás, y por último, iban los más importantes. Los fieles. Como les fue posible, en una silla de ruedas, en bicicleta, caminando o en carriola siguieron a la imagen durante toda la procesión.
El acompañamiento estuvo pleno de ¡Viva Cristo Rey! lanzados fervorosos y enérgicos.
En todo momento. En todas las calles del recorrido. En algunas, el aplauso era más fuerte que el grito. En otras, el grito al “mero mero” acallaba los aplausos. En tanto en otras, el silencio de solemnidad era imperioso.
Desde las banquetas llenas de sillas de todas las denominaciones, colores, formas y tamaños, los tepatitlenses aguardaban alertas el paso del cortejo religioso.
Las campanas repicaron en todo momento desde la Parroquia de San Francisco. Mientras las calles fuera del centro eran silenciosas y quietas, en el centro se vivía la fiesta de fe.
Tras la romería las calles del centro se convirtieron en la extensión de los hogares. Quienes representaban a Jesús y los santos, y los músicos y danzantes más tarde dejaron la solemnidad paseando entre la gente refrescando la garganta con un agua fresca, comiendo unas papitas, o subiendo fotos a Facebook.
En las calles Galeana, Hidalgo, Porfirio Díaz, y las demás calles del primer cuadro fueron tomadas por los tepatitlenses: Las familias sacaron sus sillas, compraron bebidas y botanas y recapitularon. Festejaron la fe, la dicha, la alegría de estar juntos.
Así fue la primera salida. Mientras los peregrinos seguirán llegando, todos aguardando al “mero día” del Señor de la Misericordia.
Aquí la Galería del recorrido: