Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía | OPINIÓN

Juan Eduardo López Morales |  @EduardoLopezM  | 06 de diciembre del 2019

Columna dedicada a mis sobrinas Daphne y Daniela.

Cuando se conmemoraba el Día Internacional Contra la Violencia a la Mujer, cientos de mujeres chilenas se manifestaron frente a los Tribunales de Justicia, para exigir a las autoridades tomar acciones contra la violencia de género y los feminicidios, ahí el colectivo La Tesis, en un performance interpretó el himno «El violador eres tu», este tema después se hizo viral.

Con los ojos vendados y formación en fila, cientos de mujeres se organizaron y corearon la canción, con voz fuerte de exigencia y de hartazgo:

«Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres tú», es el coro de esta canción que se ha vuelto un himno de la lucha feminista en todo el mundo.

Sí me preguntan si alguna vez cantaría el himno, respondo que sí y con apoyo a las feministas, a las mujeres que están hartas del acoso callejero, sexual, y laboral,  de la violencia de género, los  feminicidios, o simplemente, ante cualquier asunto que tenga que ver con dañar a cualquier mujer.

¿Pero por qué estoy de acuerdo en que las mujeres, canten, griten y protesten, como quieran, a la hora que quieran, y por lo que les aqueja? la respuesta es que tengo una sobrina de 18 años y otra que actualmente cursa tercer semestre de Preparatoria. Se trata de dos chicas que actualmente estudian y no me gustaría que tuvieran una eventualidad en su día a día.

Si, por un momento, tuviéramos empatía TODOS, sobre todos los hombres, no es posible las burlas, los memes y/o el ridículo que algunos quieran aprovechar de esta situación. Por mis sobrinas, alumnas, compañeras, amigas, ahijadas, jefa laboral, que es mujer, primas, tías, colegas, y todas las mujeres, estoy de acuerdo de cantar esta canción.

Ana Karen, una joven que se viralizó en días pasados, por desaparecer por unas en la Ciudad de México, acaba de encender nuevamente el debate en México, ya que, pues no desapareció, afortunadamente, pero de ahí se han agarrado esa sociedad doble moral, ese macho violador, esos seres humanos que siempre juzgan desde su comodidad en las redes sociales, sin embargo, no saben lo que pasa cuando un ser querido, sufre un agresión.

Necesitamos un México con más empatía, por cada mujer que nos rodea y que afortunadamente hoy tenemos sanas y salvas en nuestros entornos, por eso me sumo a gritar y cantar: Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres Tú.

Miembro de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP). Con interés en la Comunicación Política y los Medios de Comunicación.

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