Por: Martín Reynoso
Ya es febrero y en junio ya son de nuevo las elecciones municipales. Mi ciudad, Tepatitlán, se pone guapa, se arregla y se maquilla de camino a la fiesta de la democracia. Mi ciudad, como muchas otras dentro del estado de Jalisco, se prepara de lleno a las elecciones intermedias, las cuales, aunque parezca exagerado, serán de vital importancia para la vida política de nuestro país. Para el lector incauto podría no tener relación directa, pero si recordamos la rivalidad que nuestro Gobernador a declarado con el Presidente de la República, encontramos un proyecto hacia el 2024 y la necesidad de fortalecerlo.
Nuestro Gobernador, el cual ganó en 2018 las elecciones que lo llevaron a su puesto, ha visto mermado su carisma en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Su imagen, la cual en algún momento fue la de un líder con una sonrisa irónica y honesta, hoy se percibe con una imagen autoritaria y despótica, el cual regaña con tono paternalista y no duda en amenazar con botonazos a la ciudadanía. Quizá para los ciudadanos de los municipios fuera de la Zona Metropolitana, esto no sea claro y evidente, pero es bien sabido, que dentro de Guadalajara ya no goza de la simpatía que alguna vez lo cobijó.
Así pues, Tepatitlán, como uno de los diez municipios más importantes del Estado de Jalisco, es una preciada joya, con la que nuestro Gobernador consolidaría poder, estrategia e influencia en la zona de los Altos Sur, lo que le permitiría ganar fuerza de cara a los comicios del 2024. De tal forma, que hoy vemos a todo el Ayuntamiento de nuestra presidente Nena de Anda, muy hacendosos y trabajadores, haciendo todo lo que no hicieron durante estos tres largos años; remendando y parchando obras como la ya conocida construcción de los cuatro carriles dentro del Circuito Interior Juan Pablo II, los cuales permanecieron desde su construcción cerrados, ya que su mal diseño e implementación hace peligroso transitarlos. Hace unos días colocaron unas piedras mal pintadas con la intención de dar forma al flujo vehicular, solución que ha resultado insuficiente, además de estéticamente desagradable.
Ahora sí, el Ayuntamiento busca dar una “manita de gato” a toda la infraestructura de la ciudad, aunque quizás no les alcance la pintura y los remiendos, porque el abandono de la ciudad, más que una manita de gato, necesita un zarpazo de tigresa que muy seguramente, el gobierno de la señora Nena no va a alcanzar a dar. Así mismo, en los días subsecuentes, estaremos viendo los programas y apoyos por parte del gobierno del estado, para que la ciudadanía no se olvide por quién tienen que votar.