Julio Ríos | @julio_rios | 01 de junio de 2017
El gran ganador en la discusión de la reforma político-electoral que se acaba de aprobar en Jalisco es, ni más ni menos, que el diputado independiente Pedro Kumamoto.
Su iniciativa #SinVotoNoHayDinero, por medio de la cual habrá un ahorro de 556 millones de pesos en un trienio (se recorta el 60% de lo que hoy se gasta), terminó siendo adoptada –a regañadientes- por la clase política, a pesar de que no era de su agrado renunciar a las canonjías que representa tener financiamiento público.
Kumamoto y su equipo, logró llevar a ese leviatán de dos cabezas (PRI y Movimiento Ciudadano, que juntos aglutinan a 28 diputados) al lugar donde el quería: el turbulento océano de la opinión pública.
En ese mar lleno de miles y miles de personas ansiosas por ver un gesto de generosidad política de parte de los partidos políticos, el tricolor y MC se encontraron de repente en medio de una tormenta.
Tardaron en darse cuenta de que la única manera de regresar a tierra firme era en un solo barco: el de #SinVotoNoHayDinero. Y así fue. Hasta el Gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, terminó sumándose al entusiasta activismo a favor de la propuesta.
Si la iniciativa no se hubiera aprobado, Kumamoto y el grupo de jóvenes que lo apoyaron, de todos modos habrían sido los ganadores, porque la percepción de la opinión pública habría sido que la sensatez de su propuesta se habría ahogado en la intransigencia de los partidos.
Pero afortunadamente no fue así. Se aprobó y Kumamoto obtuvo una victoria mayúscula, de resonancia nacional, que una vez más, lo pone en los cuernos de la luna.
Es cierto. MC, el PRI, y hasta el PAN, también aprobaron la iniciativa y se les debe reconocer el mérito. El mismo Kumamoto admitió que no todo lo inventó él solo. Y también tienen que ver quienes presentaron iniciativas similares en el pasado, como Héctor Pizano (hoy presidente tricolor) y Clemente Castañeda (hoy diputado federal).
Sin embargo, si la gente le atribuye la victoria a Kumamoto, es por una sencilla razón: ha sido el único coherente, desde el inicio, hasta el final, yendo contra el stablishment. Y porque la gente cree en él. Y hasta ahora, afortunadamente, no los ha decepcionado, cosa que si han hecho todos los partidos. Y recalco: todos.
Y esta victoria, no es sólo de él. Sino de los miles y miles de ciudadanos, que se sumaron a la campaña en redes. Lástima que no hubo manera de ablandar, ni siquiera un poquito, el corazón de piedra de los diputados federales. Pero por lo menos, en Jalisco, hubo sensibilidad y de nuevo, es noticia este Estado, por una iniciativa de vanguardia.
Los muros, señoras y señores, sí caen.