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*Arturo Pérez Martínez | panartepa@yahoo.com.mx | 16 de marzo de 2017
El próximo año se elegirá a quien encabezará la presidencia de la república para el período 2018-2024. Mucho se dice que esta elección se definirá desde este año 2017, en el proceso electoral del Estado de México, pues esta entidad federativa es la que más electores aporta a la elección nacional; un poco más de 11 millones de electores de los casi 85 millones del padrón nacional.
Yo no coincido en que el estado de México y en particular la elección de este año sea la que decida los resultados del 2018. Mi argumento es que el proceso electoral de este año será muy competido y quien gane será por muy poco margen sobre sus dos competidores más cercanos, esto debido a que los votos de los ciudadanos se repartirán en tercios entre el candidato del PRI, Alfredo del Mazo Maza, y las candidatas de MORENA, Delfina Gómez y Josefina Vázquez Mota del PAN.
Esta situación provocará que el Estado de México de alguna manera sea neutralizado entre estas tres fuerzas políticas y dará apertura para que otros estados de la república, con peso electoral sean los que determinen quien será el ganador o ganadora en la elección presidencial.
Los estados de la república que le siguen al Estado de México en número de electores son: la Ciudad de México con un poco más de 7 millones, Jalisco y Veracruz que rebasan los 5 millones y medio cada uno y el estado de Puebla con poco más de 4 millones de votantes.
De acuerdo a los resultados electorales del año 2016 se puede percibir que está muy definido quien tiene mayor fuerza en Puebla y en Veracruz, donde el PAN obtuvo el triunfo, refrendando la gubernatura en el primero y arrebatando al PRI la gubernatura del segundo.
Ahora, en la Ciudad de México considero que seguirá prevaleciendo la hegemonía de la izquierda que seguramente apoyará en su mayoría a MORENA como lo hizo en la elección de los representantes para la constituyente el año pasado.
En cambio en Jalisco se vive una situación muy especial, ya que el partido que tiene en estos momentos las mayores preferencias electorales no es el PRI, ni el PAN y mucho menos MORENA sino el Partido Movimiento Ciudadano y en particular su líder el presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, quien se caracteriza por ser un político sumamente pragmático y puede hacer alianza con cualquiera de las opciones; con el PRI con quien tiene muchos contactos y es su partido original, con MORENA y López Obrador donde también tiene múltiples amigos pues trabajó con ellos en el PRD, y no es la excepción el PAN, pues a este partido pertenecieron o pertenecen muchos de sus colaboradores, amigos o socios como Eduardo Rosales, Ramón Guerrero (el mochilas), Diego Monraz, Iván Arguelles, o incluso quien fuera coordinador de la campaña de Fernando Guzmán Pérez Peláez a la gubernatura por Acción Nacional, el ahora presidente municipal de Zapotlanejo, Héctor Álvarez Contreras.
Por lo tanto mucho dependerá de la decisión que tome el presidente actual de Guadalajara y su equipo sobre el rumbo que tomará no solo el estado de Jalisco sino el País entero. Si deciden apoyar al PRI, partido del cual traen mayor carga genética, lo pondrían francamente en la competencia, si decidieran apoyar a MORENA, sería el resto que le falta para inclinar la balanza a su favor, y si definieran apoyar al PAN, con la condicionante de que este saliera unido de sus procesos internos, entonces sería definitivo para lograr la victoria.
Después de analizar toda esta información, concluyo que el estado clave para la definición de la elección de la presidencia de la república será el estado de Jalisco y será aquí donde se tendrán puestos en los próximos meses todos los reflectores de la política nacional.
¿Pero usted qué opina?
