Fernando Ruvalcaba | @Fer_Remington | 16 de diciembre de 2016
Seguramente usted ha escuchado mencionar alguno de esos «términos» que le acabo de mencionar. El primero de ellos se refiere a las personas que son creyentes; que son devotos a la virgen María en su advocación de Guadalupe. Pero y ¿guadalupero? El guadalupero es aquél que se aprovecha de algún evento religioso para sacar un beneficio sin tener presente el verdadero sentido de alguna festividad, generalmente el 12 de diciembre.
¿Usted descansó ese día? ¿En su trabajo al menos le dieron la mitad de la jornada de descanso? o es como la inmensa mayoría de los mortales que sólo descansa los días marcados como oficiales (Eso si bien le va).
A donde voy es que el pasado lunes 12 nuestro «hache», tuvo ese privilegio de los que pocos pueden gozar: Disfrutar de un día de asueto, pero, ¡Qué digo un día! ¡Otro día! ¿Al año cuantos días descansa usted sin contar los de ley? Hay personas que no tienen ni un solo día, mas que sus vacaciones.
Una práctica muy común de esta administración y las anteriores también (no hay que omitirlo) es la de darse una serie de días de asueto, que causan la envidia de cualquiera de los mortales fuera de un puesto gubernamental, por mencionar algunos de los que seguramente ni usted ni yo gozamos.
Le menciono, algunos de estos extras que se tuvieron el año pasado: Año nuevo, 5 de mayo, día del servidor público, día de la raza, día de muertos, Navidad. Súmele además algunos cuantos en semana santa y los meros día de la feria de abril. ¿A poco no se le antoja trabajar en esa empresa?
Cuando en una empresa hay una eficiencia, un rendimiento, un compromiso y como se dice, un amor por la camiseta, no queda de otra mas que dar incentivos o premios a los empleados por el excelente trabajo realizado. Aquí es cuando le dejo mi pregunta:
¿Cree usted que nuestros funcionarios, en todos los niveles, merezcan los incentivos que se les otorgan?, y digo en todos los niveles, para recordar los “aguinaldazos” y bonos que nuestros representantes se otorgan.
Regresando a nuestra ciudad, casi por terminar el año, ¿Cómo calificaría a nuestros funcionarios, de cualquier nivel y cualquier dependencia, el tipo de trámites a seguir para cualquier asunto?, ¿los horarios son accesibles? Seguro a usted le vendrán más cosas a la mente.
Pero para que tanta amargura, mejor hagamos una posada con medio millón y rompamos mas de 500 piñatas. Vayámonos de fiesta que para eso sí somos buenos.