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Staff Kiosco Informativo | 17 de diciembre de 2024
Fotografías: Especial
Tepatitlán de Morelos, Jalisco — Francisco Gallegos Franco, cronista e historiador emérito de Tepatitlán de Morelos, falleció este martes dejando un legado invaluable como el guardián del archivo histórico y el museo municipal durante décadas. Su nombre estará siempre ligado a la memoria de Los Altos de Jalisco y, especialmente, a la historia de la Guerra Cristera, de la que fue uno de los más destacados cronistas.
Nacido el 25 de noviembre de 1937 en el Rancho El Mezquite, Francisco Gallegos Franco dedicó su vida a documentar, preservar y transmitir la historia y tradiciones de su tierra natal.
Con una pluma prolífica, publicó cerca de 50 libros, entre los que destacan Tierra Roja, un entrañable anecdotario alteño que conquistó a lectores de varias generaciones, y la novela Rebeldía Cristera, considerada un clásico en la narrativa histórica de Jalisco.
Su Diccionario de Alteñismos es una obra referencial que captura el alma lingüística de Los Altos, donde destacó las “Hablas Rurales”, y el cual fue publicado por el Consejo de Cronistas de Tepatitlán; “Historias, crónicas y leyendas de Los Altos de Jalisco” publicado por la Secretaría de Cultura de Jalisco. Además, una de sus obras más exitosas, también es “Historia de Tepa en Monitos”, realizada junto con el caricaturista Emilio Rodríguez.
Gallegos Franco cursó sus estudios en la Facultad de Humanidades y Filosofía del Pontificio Seminario Palafoxiano en Puebla, complementando su formación en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y en la Universidad de Guadalajara, donde estudió museografía. Esta combinación de disciplinas cimentó su reputación como un investigador riguroso y un comunicador nato.
Un legado en servicio público y educación
Durante 36 años, Francisco Gallegos Franco trabajó en la iniciativa privada, pero su vocación por el servicio público lo llevó a desempeñarse en distintos ámbitos gubernamentales.
Colaboró en la administración estatal de Alberto Cárdenas Jiménez y dedicó 23 años al gobierno municipal de Tepatitlán, donde fue uno de los principales impulsores de la creación del Museo de la Ciudad, en dónde se encargó de gestionar la donación de documentos y obras.
Además, su pasión por la educación lo llevó a impartir clases en escuelas de nivel básico, medio superior y superior, incluyendo el Centro Universitario de Los Altos, donde dejó una huella imborrable.
Su faceta como periodista lo llevó también a colaborar como articulista de periódicos como Ocho Columnas, El Informador, El Alteño, Época de Los Altos y El Despertar, entre otros.
El cronista de la Guerra Cristera y las leyendas alteñas
La obra de Gallegos Franco destacó por su capacidad para dar vida a la historia, desde los relatos de la Guerra Cristera —el convulso conflicto que marcó profundamente la región— hasta los secretos de la heráldica y las leyendas de Los Altos. Su habilidad para combinar el rigor académico con un estilo ameno y accesible lo convirtió en un puente entre el pasado y las nuevas generaciones.
Un hombre de su tiempo y su tierra
Más allá de su faceta como historiador, Francisco Gallegos Franco era conocido por su profundo amor por Tepatitlán y su compromiso con su comunidad. Su obra no solo refleja la riqueza cultural y lingüística de Los Altos, sino también el orgullo de pertenecer a una región forjada en la resistencia y la fe.
En 2023 fue merecedor de la Presea “30 de abril”, que entrega el Gobierno municipal de Tepatitlán a sus hijos más importantes y destacados.
Hoy, Tepatitlán despide a un hombre que dedicó su vida a preservar y compartir la esencia de su tierra. Con su partida, se apaga una voz, pero su legado seguirá resonando en cada página de sus libros y en cada rincón del archivo y museo que tanto cuidó.
Descanse en paz, Francisco Gallegos Franco, el guardián de la memoria alteña.
