Con apenas 18 años, Aníbal Uriel Guíjarro Rocha, es un adolescente que como muchos, tiene sueños y todos los días se esfuerza para que se vuelvan realidad. Es un estudiante recién egresado de la Preparatoria Regional de Tepatitlán, de la generación que no pudo despedirse de su escuela porque la pandemia por COVID-19 no se lo permitió.
En diciembre del 2019, La National Aeronautics and Space Administration (NASA) en conjunto con el comité directivo en México, lanzaron el concurso “Científico por una día”, buscaban niños y jóvenes de entre 10 y 18 años para que escribieran un ensayo en donde se explicaran las posibles observaciones que podrían resultar de la exploración científica de tres objetos celestes: Miranda, Tritón y Caronte (Charon). En el texto, los participantes debían defender su postura y elección explicando lo que esperan ver en caso de que se envíe uno o varios instrumentos a analizar estos cuerpos en el Sistema Solar. Guíjarro Rocha, logró estar en la final del concurso.
No es la primera vez que el joven que ahora aspira a la carrera de Ingeniería en Computación, en el Centro Universitario de los Altos (CUAltos), participa en este certamen científico. Horas de trabajo y dedicación, rindieron frutos.
“Nos pedían hacer un ensayo sobre alguna de las tres lunas que nos habían propuesto este año y yo en este caso hice Tritón”.
“ya me habían invitado del 2018 y también participé pero en esa ocasión no llegue ni siquiera la semifinales; ya en esta edición 2019-2020 volví a participar y le dedique más horas de participación, eso me permitió llegar a la final”.
“Para mí significa muchísimo haber participado, desde pequeño era como un sueño, sigue siendo un sueño trabajar para la NASA, pero llegar a la final en este concurso es un paso más adelante, me da más motivación de que lo puedo lograr”, enfatizó Guíjarro Rocha.
Desde muy temprana edad, al recién egresado de la Prepa Tepa, le interesaron la astrofísica y las matemáticas. Durante su paso por la educación media superior participó en concursos matemáticos y de ajedrez. Está seguro y orgulloso de su familia, quienes lo impulsan para sobresalir en lo que hace.
“Desde chiquito mis padres me inculcaron sobre estos temas, principalmente mi papá que me platicaba sobre la NASA y el espacio. Desde muy chico me interesó. Para mí ha sido fascinante saber sobre astrofísica y conocer las matemáticas, son mis temas favoritos desde la infancia”, aseguró Guíjarro Rocha.
A Aníbal, el confinamiento provocado por la alerta sanitaria por COVID-19 no lo encontró dormido en sus laureles. Desde que tuvo que abandonar el aula en la Prepa Regional, el estudiante ha dedicado horas al estudio y práctica de programación, además se prepara con miras al examen de admisión de la Universidad de Guadalajara (U de G). También se ha dado tiempo para apoyar a su padre en el trabajo.
Durante el bachillerato fue alumno de la TAE de matemáticas, con el maestro, José Abraham Guízar Rodriguez. Para la redacción de su trabajo participante en el concurso de la NASA, el joven estudiante, solicitó el apoyo de la maestra Adriana Pérez Armendáriz.
“Cuando llegué con la maestra Adriana, yo ya tenía un borrador, la busqué para que me ayudara a mejorarlo, me apoyó con la redacción, porque la investigación ya la tenía, solamente me hacía falta redactarlo para que quedara mejor”, detalló.
Con una humildad que lo caracteriza, Aníbal dijo sentirse muy orgulloso de su familia, de quienes ha recibido apoyo extraordinario, reconoció los esfuerzos de los suyos. Señaló que el haber pasado por las aulas de la prepa regional fue una bonita experiencia. Dejó un mensaje para los jóvenes y adolescentes.
“Yo le digo a todos que se esfuercen, que sigan sus metas, que con esfuerzo y dedicación todo se puede lograr», concluyó.