Cinthya Gómez | @KioscoInfo | 19 de abril de 2017
Este año, un cendal azul rey con filigranas doradas cubre el regazo del Señor de la Misericordia. También una cabellera cosida a mano -especialmente elaborada para su fiesta-. Estos detalles son los que agregan el toque de gallardía a la imagen bendita que por si sola ya es majestuosa.
El ajuar bendecido esta mañana fue donado por una familia de Tepatitlán. Al igual que la melena, la cual fue elaborada, como desde hace 23 años, por Esperanza Tapia.
Esperancita, como todos conocen a quien, por dos décadas se ha dado a la tarea de subir al pedestal de mármol para vestir con cautela a la imagen consagrada, volvió a hacerlo esta mañana, con el fervor de siempre. O quizá con uno más fuerte.
Porque ella dice que el Señor de la Misericordia le ha dado cada año más ganas de que llegue este día. Su día personal con el Cristo tepatitlense.
“Estoy temblando ahorita. Porque de él he recibido muchos milagros. Él me salvó a mi hijo hace dos años, a quien no lo daban ya con vida. A él le pedí que me lo salvara. Y es mi hijo quien me acompaña el día de hoy para ponerle su cendal”.
Estilista de profesión, estos días, Esperanza deja encargadas sus obligaciones en su peluquería. Porque en las fiestas ella no sólo viste al Señor. También organiza los servicios religiosos con los que inicia el novenario y se encarga de llevarle las mañanitas al señor de la misericordia.
“Es mucha honra para mi. Me da mucha emoción sobre todo. Comencé yo haciendo su cabellera. Tengo 23 años haciéndolo, gracias a Dios y a los sacerdotes que me han dado la oportunidad de hacerlo”.
Son muchas historias en 23 años. Una experiencia distinta cada vez. Y la que más recuerda la estilista es la de la primera vez en que estuvo frente al Cristo hallado en el cerro gordo.
Las personas buscan a Esperanza para donar su cabello. Dice que los fieles lo dejan crecer y lo preparan por años, nutriéndolo con tratamientos capilares para que cuando se lo entreguen a ella lleguen cabellos sanos, lustrosos dignos del Señor de la misericordia.
“Van se lo cortan y yo empiezo a coser. Es muy laborioso. 23 años he hecho esto. Es complicado. Hay que tejer de a tres cabellitos. Pero es emocionante, por que sé que es para él, a veces tardo tres o cuatro meses”.
Esperanza Tapia también ha tenido el lujo de coser las cabelleras de otros Cristos y Vírgenes de la región alteña.
Con la ceremonia de bendición de su nuevo cendal, inicia el novenario de las fiestas en honor al Señor de la Misericordia en Tepatitlán.
Junto con el atuendo de la imagen venerada, también fueron revelados los sobrios arreglos del Santuario. Contrario a la suntuosidad de años pasados, esta vez los “ornamentos” consisten en pequeños arbustos cubiertos con una cascada de flores moradas y un nido de pichones en referencia a la unión de la familia.
Galería