Francisco Jiménez Reynoso | @jimenezabogado | 27 de febrero de 2018
Pareciera ser que México se esta transformando en un país misterioso, en el que cada vez son más frecuentes los llamados “desaparecidos”…
Para la Real Academia Española, el concepto desaparecido significa: “Dicho de una persona: Que se halla en paradero desconocido, sin que se sepa si vive”.
La palabra desaparecido también es muy común en los actos de magia. David Copperfield es un mago con fama internacional que se caracteriza por hacer magnas desapariciones de monumentos emblemáticos.
Lamentablemente en México las desapariciones son de otro tipo. Hablar de “desaparecidos” en nuestro país, es hablar de historias macabras y terribles. Regularmente estamos hablando de secuestros, coloquialmente llamados “levantones”, que cada vez son más comunes y puede ser víctima prácticamente cualquier persona, no necesariamente con capacidad económica para responder por el rescate. El espectro alcanza a la clase media.
Uno de los más recientes reportes del Gobierno de México, asegura que en este país hay un total de 32.277 personas desaparecidas o, como dicen los funcionarios que elaboraron el informe, “sin localizar”, de las cuales el 73.7% son hombres y el 26.3% son mujeres.
Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), que es elaborado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública y tiene cifras desde el 2007, Tamaulipas es, de lejos, el estado que más desaparecidos registra, con 5.943. Tamaulipas está ubicado en el extremo nororiental de México y es fronterizo con Estados Unidos.
Le siguen el Estado de México, con 3,832 desaparecidos hasta el 31 de julio del 2017, y el estado de Sinaloa, con 2,852. Lamentablemente, no hay estado en México que se libre de este grave problema.
Son principalmente dos tipos de desaparecidos en nuestro país: las llamadas despariciones forzosas y las desapariciones voluntarias. Las primeras son las víctimas de la delincuencia organizada, que en ocasiones y en algunos municipios controlan a las autoridades municipales: presidente municipal, policías entre otras autoridades. De tal suerte, que los segundos, también “desaparecen” cuando son sorprendidos de que han estado vinculados a la delincuencia organizada. Lo que nos lleva a pensar que tenemos también dos tipos de delincuencia organizada: 1. La informal (delincuencia organizada callejera) y 2. La formal (delincuencia organizada de cuello blanco, integrada por las mismas autoridades “constitucionales”).
Esa es la gran desgracia que estamos padeciendo los mexicanos. Tenemos desaparecidos por todos lados y las autoridades se encuentran rebazadas en relación a la seguridad.
Fuimos varios los investigadores que advertimos en tiempo y forma, que la actual administración se estaba equivocando nombrando a funcionarios públicos de primer nivel a amigos, parientes, cuates, compromisos de partido entre otros, que gran daño le están ocasionando a nuestra entidad.
Es una pena que solo con un mea culpa, intenten justificar ineptitud y nepotismo.