Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 9 de diciembre del 2016
El 7 de junio del 2012 nació Cristopher. Sus padres, Laura Lozano y Raúl González creían que todo había salido bien, hasta el siguiente día, cuando la enfermera que atendía al recién nacido se dio cuenta de que algo andaba mal. El pequeño cuerpo del bebé estaba más flácido de lo normal. Había nacido hipotónico, un síndrome que vuelve bajo el tono muscular, parecido al síndrome que llaman “muñeco de trapo”.
Cuando los papás recibieron la noticia quedaron en shock. Ellos como todos los padres esperaban que su cuarto hijo nacería y crecería sin complicaciones. Nunca, durante el embarazo se detectó alguna malformación o problema.
El niño quedó un mes hospitalizado, primero en la clínica XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tepatitlán, luego fue enviado al Centro Médico de Occidente en donde le realizaron una funduplicatura y una gastrostomía para poder alimentarlo (sonda para administrar alimentos).
Según Laura, las primeras semanas después del nacimiento fueron vitales para Cristopher, en esos días iniciaron las terapias para lograr la movilidad del cuerpo del bebé.
“Las terapias las iniciamos en el IMSS mientras estaba hospitalizado, a la semana más o menos de que nació empezamos a darle terapia para sensibilizar sus músculos con diferentes texturas y ejercicios de movimientos de piernas, cabeza, brazos, sobre todo en sus extremidades superiores que es donde el problema era más severo”, señaló la madre.
En agosto de ese mismo año, llevaron al pequeño a una cita con el neurólogo, antes de aquella visita con el especialista, los padres no tenían un diagnóstico certero.
“Mientras no sabíamos que tenía, ese especialista fue el que nos dijo que tenía una malformación en el cerebro que era la que coordinaba la motricidad y que no iba a necesitar medicamento, con la rehabilitación iba a ser suficiente”.
La esperanza afuera del consultorio
El día que recibieron el diagnóstico del neurocirujano, afuera del consultorio, Laura y Raúl se toparon con la madre de una niña llamada Ximena, la pequeña tenía una parálisis cerebral infantil y recibía apoyo en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón Occidente (CRIT).
“Ella nos proporcionó todos los datos para solicitar un espacio en el CRIT, nos dijo como inscribirnos. Ya con el diagnóstico que nos dio el neurólogo, nos inscribimos en el CRIT y en el DIF Tepatitlán. Tuvimos que esperar aproximadamente dos meses para entrar al Teletón”, indicó Lozano.
El proceso para que Cristopher entrara al CRIT duró un par de meses, para Laura y su familia no hubo tantas complicaciones para que su hijo fuera parte de la “familia Teletón”.
“Cuando llamas al Teletón para inscribirte, te dan un número de folio o carnet del niño, te dicen que quedas en una lista de espera, yo hable al mes, porque la mamá de Ximena me lo había recomendado así. Te hacen una entrevista de prevaloración y te dicen que necesitas para tu hijo o para toda la familia. Posteriormente te dan otra cita para valoración con lo que ellos llaman: el médico acompañante que es como el médico de cabecera, posteriormente te hacen una cita con la clínica integral que es donde juntan a todos los médicos que va a necesitar el niño de acuerdo al problema que tiene. Cada doctor, por separado hace su valoración y después en grupo ya nos dan el diagnóstico”, detalló Laura.
Uno de los diagnósticos en el CRIT no fue del todo satisfactorio para la familia González Lozano, al principio les dijeron que el pronóstico de vida era más o menos de un año, que no caminaría pronto, que empezaría a hacerlo a los tres o cuatro años, misma edad en la que según el médico también aprendería a hablar.
El diagnóstico fue errado. Gracias a la clínica de estimulación temprana, a las terapias de electroestimulación, física, pulmonar, en comunicación humana, en deglución y ocupacional, Cristopher, quien ahora cursa el primer grado de preescolar pudo caminar y hablar a los 18 meses de nacido.
El principal problema de Cristopher era de deglución, la gastrostomía era la única forma de que el pequeño pudiera alimentarse. La sonda lo acompañó los primeros cuatro años de su vida.
“Si no lo hubiéramos llevado al CRIT, tal vez nos hubiéramos tardado más en el proceso de deglución, porque aquí en Tepa no hay quien de esa terapia y ahí en el Teletón nos tocó una terapeuta especialista en deglución, ella nos ayudó mucho para que él pudiera comer”, señaló Lozano.
Dos años fueron suficientes para que Cristopher pudiera aprender a valerse por sí mismo, según Laura en el CRIT, no sólo lo rehabilitaron físicamente, también le inculcaron valores y mucha vitalidad.
“En el Teletón lo dieron de alta a los dos años de ingresamos porque el niño se podía valer por sí mismo, ya podía hablar y caminar, ya podía pedir lo que él quisiera. Ahora es un niño que canta, ríe, grita, llora y se comunica perfectamente. Yo lo observo y veo que en ocasiones se expresa mejor que otras personas, lo que más me encanta es que sabe expresar muy bien sus sentimientos, todo lo que siente te lo dice abiertamente”.
Laura recuerda la emoción de llegar al CRIT, en donde dice que los niños son recibidos con entusiasmo por los colaboradores de la institución, siempre tienen una sonrisa para brindar a los pequeños y sus acompañantes.
“Nos cambió la vida el Teletón ¡mucho!, fue una experiencia muy bonita, enriquecedora porque nos ayudó a todos como familia, sobre todo a los papás para que pudiéramos avanzar en ese proceso de adaptación y asimilación”.
“Yo le digo a la gente que no cree en el Teletón que ojalá y Dios no les mande un niño con discapacidad para que crean. Yo también decía que no era cierto y cuando llegamos ahí, te das cuenta de que todo es verdad. Ahí si cambian la vida de los niños y sus familias. Ayudan a los pequeños a integrarse a la sociedad. Teletón es una causa muy noble”, declaró.
El próximo sábado 10 de diciembre, “Las madres Teletón” y sus familiares llevarán a cabo un festival musical denominado “Teletón Fest Tepatitlán” con la finalidad de recaudar fondos para la fundación. Las actividades se desarrollarán en la Plaza Morelos, a partir de las 12:00 de la tarde. Contará con la participación de artistas locales.