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Foto: Miguel Ángel López Navarro | Kiosco Informativo

Correr, carrera que deja huella | Perfil

Por: María Guadalupe Álvarez Ledesma | 27 de octubre 2019

A lo largo de la vida surgen personas que trascienden. Que van dejando huella en su correr. Por el camino que hacen para sí mismos y el que dejan a su paso en su caminar, que tienen la capacidad de transformar la vida de niños, adolescentes y adultos. Una de estas personas es Miguel Ángel López Navarro. El inicio de su vida quizá muy pocos la conozcan, pero para el mundo del atletismo ya adquirió un prestigio internacional. Por los logros propios y por el impulso que viene dando al talento deportivo de Tepatitlán y sus alrededores. El redactar su inicio como corredor y algunos de sus logros, es por la importancia que tienen el ser parte de la historia de un tepatitlense.

Fue un día primero de abril de 1979 cuando vio por primera vez la luz y durante el desarrollo de su niñez es de destacar que, en Tepatitlán la mayoría de las familias se conocían y seguían conservando en gran parte las bellas tradiciones de la localidad. Los niños podían salir a jugar por las calles a las escondidas, futbol y demás juegos que desarrollaban la creatividad e imaginación. Es así como transcurrieron sus primeros años de vida rodeado de un ambiente tranquilo, sin contratiempos.

Lo que nadie podía imaginar incluyendo a su familia y que cambiaría su vida fue que, cuando cursaba la preparatoria, se realizó un evento de atletismo. Fue una carrera de seis kilómetros, organizada por el profesor Horacio Melano. En esa ocasión se invitó a las preparatorias de los municipios cercanos, lo que hizo que los estudiantes se motivaran, entonces Miguel Ángel lo consideró como un reto personal, no solo él, también lo fue para algunos de sus compañeros, así que se iban a la unidad deportiva a practicar unos días a la semana, lo primero que intentaron fue correr algunas vueltas y después hacerlo de la mejor manera.

La sorpresa la recibió el día de la carrera, quedando segundo lugar entre los estudiantes de la prepa de Tepatitlán, sin embargo, logró llegar en el primer lugar del turno vespertino. Es así como se dio cuenta que tenía ciertas cualidades para correr, por lo que decidió prepararse de manera formal, siendo un compañero del salón llamado José Manuel quien lo llevó con otras personas que ya corrían y que habían participado en carreras de ruta.

En el transcurso de su vida han ocurrido una serie de anécdotas que como atleta lo fueron formando, una de ellas es la que sucedió cuando tenía tres meses de entrenamiento, en septiembre de 1994 en Tepatitlán, en las fiestas patrias se inscribió a la carrera pedestre, él no era favorito y había corredores con mucha preparación y con años de experiencia.

La carrera era de cuatro kilómetros en la categoría juvenil y el circuito daba inicio en la plaza principal, luego el recorrido iba hasta el Hospital de Jesús, subía por la calle Félix Ramos — fue una subida bastante fuerte, hasta Las Colonias, donde los juveniles regresamos en la glorieta— dice Miguel Ángel — y los adultos se fueron hasta el crucero de Yahualica para regresar y completar su recorrido.

Esa carrera lo marcó por haber ganado en su categoría, sorprendiendo a los demás y a él mismo, lo que hizo que se ilusionara a seguir entrenando, entonces lo buscaron entrenadores locales para ayudarlo con un entrenamiento ya personalizado, dando inicio de lleno su vida al atletismo.

En el 2004 tuvo su primera participación internacional en el campeonato mundial de carreras de montaña en Italia, con lo cual, se dio cuenta que tenía mejores condiciones para competir en los eventos de montaña. En el 2006, hizo la mejor preparación de su vida para debutar en un maratón de 42 kilómetros y 195 metros en el campeonato mundial en Colorado Springs. Entrenaba más de 200 kilómetros semanales los meses previos del evento. Lo más significativo de correr dicho maratón, fue que coincidía con el aniversario de la muerte de su padre, un 20 de agosto, ese día tan especial se cumplirían ocho años y de todo corazón le dedicó a su padre esa carrera. Se había preparado muy bien para dársela a su progenitor.

Los comentarios no eran nada favorables dentro del campamento pues se comentaba que los mexicanos no tenían la posibilidad de colocarse entre los primeros lugares, pero él presentía que podía hacerlo y tenía la seguridad de lograrlo, como él lo comentó, así que decidió hacer lo mejor. Entonces vio cómo llegaron los europeos y los norteamericanos que eran los competidores más fuertes. La competencia tenía unas características muy peculiares, la salida era en el pueblo, 1,800 metros sobre el nivel del mar, se ascendía a 21 kilómetros, llegando a 4,000 metros sobre el nivel del mar, hasta la punta Ppg Paints y esos mismos 21 kilómetros de descenso nuevamente hasta llegar a la meta al pueblo de Colorado Springs.

Platica que, —cuando iban al ascenso lo comenzó a invadir la emoción, entonces ocupaba el tercer lugar en la carrera y al llegar a la cima, con toda la emoción contenida tomo conciencia y lo sabía—, ¡en ese momento podía sentir lo que era saborear un pódium mundial! —¡Sentía en todo su ser como estaba peleando una medalla! — se dio cuenta que eso que estaba viviendo era lo más importante que había tenido en su vida —. Se sentía pleno —. Posteriormente paso el resto de la competencia, peleando el tercer y cuarto lugar, con un estadounidense, pero en los últimos cinco kilómetros faltantes lo rebasó un corredor alemán, así continuo la carrera hasta finalizar en el quinto lugar. No ganó, pero saboreo la gloria y le dejó un buen sabor de boca, siendo el mejor resultado de su vida, un quinto lugar y la satisfacción de darlo todo y con la emoción de que esa carrera iba dedicada a su padre.

Desde entonces, en su vida siempre hay competencias, lo más fresco viene con la gloria que logró como entrenador, en el campeonato panamericano sub 20. Pero más que hablar de la competencia prefirió platicar el proceso. Al iniciar la temporada en agosto del 2018 primero establecieron los objetivos del año deportivo, para el atleta Cesar Daniel Gómez Ponce. El plan consistía en clasificar en el campeonato NACAC de campo traviesa, que sería en Trinidad y Tobago, se buscaba el lugar para el mundial de la especialidad que sería en Dinamarca y dar la marca para el campeonato panamericano sub 20, en su categoría. Una vez que diera la marca, buscar el pódium en Costa Rica el mes de julio.

El mundo de atletismo no es fácil y el nombre de Tepatitlán, de México, el Himno Nacional, César y Miguel Ángel López Navarro se entretejieron y comenzó a surgir el orgullo de un triunfo a nivel mundial. Estar en el estadio de Costa Rica, un estadio maravilloso, un escenario espectacular, con la leyenda del atletismo Carl Lewis, con todas las condiciones para competir, fue algo indescriptible. César compitió el primer día en la prueba en 5000 mil metros el 19 de julio. Precisamente el día del aniversario de la boda de Miguel Ángel, quien entre bromas le dijo a César “ojalá nos pudiera regalar una medalla como regalo de aniversario”.

La prueba no era fácil, los corredores canadienses traían marcas superiores a las de César, platicaron que su fuerte eran los tres mil metros con obstáculos y los cinco mil eran la gran oportunidad para iniciar con el pie derecho ese campeonato y ningún mexicano había logrado medalla, sería la gloria para el país, abrir con pódium. Ya habían participado seis o siete mexicanos, pero César hizo buenos los pronósticos en los cinco mil metros, ganó la medalla de bronce.

Finalmente, ¡todas las condiciones estaban dadas para que César ganara en los 3000 metros!, pero “¡Ya no era el honor del subir a lo más alto del pódium!, ¡ya no es solo la medalla!, ¡eso ya se había logrado!, ¡ahora era hacer sonar el Himno Nacional Mexicano!

Este año, y hasta el día de hoy ha sido el mejor para el equipo que como entrenador comanda Miguel Ángel, se obtuvieron cuatro medallas internacionales. Así como la organización de la carrera de montaña NACAC 2019 en Tepatitlán el día 21 de octubre, un evento de talla internacional. Se cuenta con un equipo sólido de corredores de niños y jóvenes, con grandes expectativas, y que seguramente seguirán poniendo en alto el nombre de Tepatitlán.

Al correr, se deja huella. Miguel Ángel López Navarro, al nacer, para su familia fue motivo de tantas alegrías, para Tepatitlán un orgullo. Pero, para el atletismo un gran ejemplo de tenacidad.

(El pasado 25 de octubre Miguel Ángel López Navarro, fue reconocido por su trayectoria como deportista y promotor deportivo, por el rector general de Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, durante el 25 aniversario de la Red Universitaria).

Este texto participó en la tercera edición del Concurso de Crónica y Perfil Tepatitlán 2019. Kiosco Informativo respeta y defiende el derecho a la libre expresión. Las opiniones emitidas en Plaza Pública son únicamente responsabilidad de los columnista.
Foto: Miguel ángel Navarro López | Kiosco Informativo

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