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Cinthya Gómez | @KioscoInfo | 2 de octubre de 2017
Luego de que el sismo de 7.1 grados en el centro del país develó que las redes de corrupción con las que se autorizan permisos de construcción y licencias de uso de suelo, también pueden tumbar ciudades y acabar familiar, la pregunta que queda es: Y en Tepatitlán, ¿Cómo estamos?
En teoría, cuando alguna inmobiliaria o constructor pretende levantar algún fraccionamiento, complejo habitacional, vivienda u otro tipo de edificación en el municipio debe, por ley, someter al escrutinio de la autoridad local los terrenos sobre los que va a cimentar los próximos asentamientos humanos.
En Tepatitlán, es requisito que antes de tramitar licencias de construcción, Protección Civil Municipal, evalúe a través de peritajes, la viabilidad y los riesgos de dicha urbanización.
“Cuando alguien quiere fraccionar un terreno o construir una obra que no es una casa sencilla o normal, antes de emitir las licencias de construcción les piden que saquen sus dictámenes de riesgo. Protección Civil manda a sus técnicos y si revisan ellos algún posible riesgo, el dictamen viene con las recomendaciones que se deben de tomar”, comentó en entrevista el jefe del Instituto Municipal de Planeación, Salvador González Fernandez.
Los resultados de estos dictámenes de riesgo, son revisados después por las oficinas al interior de la dependencia de obras públicas, quienes dictaminan y otorgan o no los permisos de construcción.
En la actualidad, la Ley de Asentamientos Humanos que es la Ley que regula las cuestiones urbanas, es muy específica en el hecho de que se tienen que tener en cuenta la parte de riesgos y la parte ecológica en materia de urbanización.
Construcciones como gaseras o gasolineras deben de estar acompañadas de dictámenes de impacto ambiental.
Las construcciones deben estar basadas en un mapa de riesgo en el que se tengan bien identificados aquellos puntos que sean susceptibles a conflictos de tipo sociorganizativos (referentes a grandes conglomeraciones humanas), físico químicos, hidrometereológicos (por el paso de algún río, la cercanía a una presa o los riesgos de inundaciones), sanitarios (enfermedades) y por último los geológicos.
“Esa información, además de utilizarse en los casos de riesgos y accidentes, es información que te piden también para planeación, pues cuando alguien quiere hacer un fraccionamiento tiene que revisar la información de riesgos”, comentó en entrevista González Fernandez.
Construcciones y el mapa de riesgos
En la actualidad se han conjuntado los conocimientos de áreas como Protección Civil, Obras Públicas y el Instituto Municipal de Planeación para actualizar la actual lista en la que se enumeran aquellos focos rojos en el municipio.
Este tipo de mapas, además de enlistar los posibles riesgos, también establecen las estrategias preventivas para mitigar los problemas y sus soluciones.
