Llegó la ola de informes de gobierno de los alcaldes de cada municipio de Jalisco y también es un buen momento para que los ciudadanos, puedan contrastar lo prometido con lo realizado.
A los mexicanos nos falta evaluar las actividades públicas con cierto rigor y posibilidad de autocrítica.
Después de realizar su informe, cualquier gobernante busca la opinión pública de su localidad, ver qué cual es su noción sobre lo realizado.
Pero también, muchas veces dejan de lado la propia autocrítica y la falta de evaluación para ver objetivamente que sí se hizo bien y que no.
El artículo 115 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece las bases bajo las que en teoría debería de operar un municipio, sus funciones, servicios públicos para la población, así como las obligaciones de sus munícipes.
A raíz de esto, lo invitó a evaluar a su presidente municipal, en turno, contestando las siguientes preguntas:
- ¿Cuenta con buenos servicios de alumbrado público, agua potable y limpia y recolección de residuos, en su domicilio?
- ¿Tiene servicios de mercado, en los alrededores de su domicilio para comprar su despensa e impulsar el comercio local?
- ¿Las calles, los parques y jardines de su entorno, se encuentran en buenas condiciones?
- Y la más importante últimamente… ¿Cuenta con seguridad pública en su municipio? ¿Se siente seguro?
Si, respondió a todas que si, me da gusto saber que su presidente municipal esté realizando las cosas muy bien y su gestión va por muy buen camino, porque sinceramente se está poniendo las pilas en lo que le corresponde resolver como autoridad municipal, que se eligió por medio del voto popular, para un periodo de 3 años.
En caso contrario, una buena evaluación, muy simple y quizás burda, pero muy eficiente, podría ser, el de hacernos estas preguntas y contestarlas con total franqueza y honestidad.
En estos días, cuando los ciudadanos recibimos una serie de mensajes publicitarios, spots y campañas mediáticas, impulsados por los equipos de estrategia de comunicación de los ayuntamientos, más allá de la mercadotecnia política y/o comunicación política, deberíamos de aprender a evaluar a nuestros gobiernos municipales, sobre las realidades que tenemos y lejos de los discursos vacíos que algunos buscan emitir para generar simpatías.
El autor es Politólogo, Miembro de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP) y del Colegio Estatal de Estudios Políticos y Gobierno (CEEPyG). Con interés en la Comunicación Política y los Medios de Comunicación. Twitter: @EduardoLopezM