Juan Eduardo López Morales | @EduardoLopezM | 03 de mayo de 2017
Estoy a unas semanas de terminar un semestre como profesor de bachillerato en la Universidad de Guadalajara, y lo que expondré a continuación está basado en lo que he visto en mi práctica como docente y los principales retos en materia de educación, que desde mi perspectiva se deben de ofrecer en México, en este 2017.
Sin duda cada generación es distinta, cada grupo es diferente, los alumnos tienen diferentes problemáticas en cuestiones académicas, personales, familiares y hasta de alimentación, por eso el docente debe de, en la medida de sus posibilidades, acercar el conocimiento a todos, ser demócrata en el aula.
Debemos ofrecer una educación que muestre al alumno, la importancia y relevancia de estar en un aula, sin esta, estamos perdidos, no solamente los docentes, también los propios alumnos, que no saben el por qué están ahí.
Tenemos la necesidad de crear futuros mexicanos, líderes, que desarrollen por medio de su conocimiento, creaciones e innovaciones para nuestro país.
Debemos también hacer que los jóvenes estudiantes consideren que no están solos y que cuentan con profesores, directivos y padres de familia, preocupados y ocupados por blindarles herramientas para un mejor futuro.
Necesitamos dejar estudiantes con conciencia de la importancia de la preparación en su educación, para que en años posteriores sean propositívos con su país.
En ese mismo sentido, debemos exigir a las autoridades gubernamentales, que no sean ajenos a la realidad educativa que vive en país, escuelas sin aulas dignas, contenidos que en papel se ven excelentes, pero en la práctica, se quedan cortos y una enorme falta de recursos e insumos en los planteles.
Con estas ideas, que son las primordiales, tenemos un panorama de educación en México incierto, porque sin duda, ante muchos retos que nos enfrentamos los docentes, estamos comprometidos con nuestra labor diaria, del día al día y seguir caminando paso a paso y día a sembrar una semilla de conocimiento en los alumnos.
Comparto estas reflexiones porque más allá de los cambios de reforma que se visualizan para los próximos años en la educación en nuestro país, debemos, considerar algunas pautas para pensar:
¿Qué esperamos dejar en las aulas a nuestros estudiantes?
Por lo pronto, si usted lector, me pregunta cual es mi respuesta, le contestaría lo siguiente: hay algo que se llama huella, esa que al pasar los años como docente, uno percibe y agradece, cuando ex alumnos me saludan o me agradecen las enseñanzas vividas cuando los encuentro en la calle o algún sitio, pero sobretodo me queda un buen sabor de boca al pasar por una de las aulas en las que ya sea yo o algún colega que haya dejado alguna huella.
A veces, los que nos dedicamos a la educación, somos románticos en solicitar y pedir acciones, que ni siquiera uno se atrevería a pedir en las aulas. Sabedores de lo anterior, parecería que hablamos hacia todos lados y no concretamos nada.
Para mí, lo que debe ofrecer la educación en México en 2017, son valores, conocimiento, aprendizajes, liderazgo, creatividad, pro actividad y una dosis de emprendimiento. Seguramente México tendrá en algunos años, muchas semillas, emprendiendo un camino, gracias a la labor del docente guía en el aula.