Oscar Miguel Rivera |01 de Septiembre de 2024
En un movimiento que parecía un gesto positivo hacia los docentes de Jalisco, el gobierno del estado, encabezado por Enrique Alfaro, inició la entrega de computadoras Chromebook a los maestros. Estas máquinas, son básicas, ejecutan el sistema operativo Chrome, que se basa en el almacenamiento en la nube, eliminando así la necesidad de una memoria RAM considerable o de dispositivos de almacenamiento de alta capacidad. Si nos adentramos en las especificaciones, estas computadoras son HP Chromebook de 14 pulgadas, con una resolución de 1366 x 768, 4 GB de RAM y 32 GB de memoria Flash.
A simple vista, esta iniciativa es aplaudida como un esfuerzo por modernizar la enseñanza y proporcionarnos herramientas digitales a los educadores. Sin embargo, como suele suceder en la política, las apariencias pueden ser engañosas. El problema aquí radica en el costo al que se adquirieron estas computadoras, un asunto que plantea preguntas incómodas sobre la transparencia y la eficiencia en el gasto público.
En la primera entrega de estas computadoras, destinada a los maestros de primaria, se explicó, por parte del líder sindical de la Sección 47, Leonel de Jesús Mayorga Anaya, que el costo será superior a los 260 millones de pesos, por las más de 25 mil computadoras que se entregarán, lo que se traduce en un precio de alrededor de 10,400 pesos por unidad. Pero una investigación más profunda revela que las computadoras Chromebook con características similares se pueden encontrar en el mercado por entre 3,400 y 6,850 pesos. Esta disparidad de precios plantea una pregunta inevitable: ¿por qué el gobierno de Jalisco pagó un precio tan alto por estas máquinas?
Es difícil evitar la conclusión de que hubo un sobrecosto sustancial en la adquisición de estas computadoras, lo que indica que, las prácticas cuestionables de los funcionarios públicos no han desaparecido.
Sobre este asunto, el youtuber Jaime Uchiha, en su canal de «Soy docente», del día 30 de agosto, ha presentado documentos que parecen confirmar este acto de corrupción. Entre los documentos, se encuentra un vale que hacen firmar a los maestros, que detalla el costo excesivo de las computadoras y una parte del contrato de comodato que deben firmar. Este contrato especifica que las computadoras no son un regalo, sino un préstamo y que, si un docente deja de trabajar, se jubila o renuncia a su plaza, debe devolver la computadora al gobierno. Este hecho suscita preguntas sobre la verdadera intención detrás de esta iniciativa “generosa”.
Además, no podemos pasar por alto el tiempo en que se está haciendo esta entrega. Las computadoras se entregan a los maestros de primaria en este año, mientras que los maestros de secundaria las recibirán en el 2024, un año marcado por las elecciones. ¿Es una mera coincidencia o una estrategia para ganarse el voto de los maestros? ¿Cuándo dejarán de utilizarse a los maestros como herramientas políticas?
En última instancia, la entrega de las Chromebooks a los maestros en Jalisco, nos hace plantearnos algunas preguntas sobre la honestidad y la ética en el manejo de los recursos públicos. Los docentes merecen un trato justo y transparente y los ciudadanos tienen el derecho de esperar que sus impuestos se utilicen de manera eficiente. La verdad detrás de esta iniciativa es algo que todos los jaliscienses deberían cuestionar y seguir de cerca, ya que la lucha contra la corrupción es una responsabilidad de todos los ciudadanos.