Por: Fernando Ruvalcaba | @Fer_Remington
22 de julio del 2016.- En esta ocasión quise hablarle de «Pokémon Go» pero no de lo que todos hablan, sino de lo trascendental que se ha hecho en el sector financiero e incluso en sector salud, después surgen las disculpas públicas del presidente Enrique Peña Nieto, las cuales creo están de más si es que como él mismo dice, se condujo siempre con legalidad.
Hoy le contaré sobre un taller en el cual participaron funcionarios de nuestro municipio, una serie de actividades que buscan crear conciencia en torno a la discapacidad, estoy seguro que usted leyó la nota por medio de Kiosco Informativo.
En la publicación aparece una fotografía en donde se ve a los servidores públicos realizando una actividad, la cual consistía en andar con los ojos vendados por una banqueta de nuestra ciudad.
Le diré, yo soy peatón, no tengo ninguna discapacidad y aun así sufro como tal, le menciono sufro porque no hay día que no tenga que sortear por mi camino algún cachivache, bien mostrenco, anuncio “gandalla”, comerciante invasor, automóviles o motocicletas sobre la banqueta o estacionados en pleno cruce peatonal.
El reglamento de comercio de Tepatitlán en su artículo 9 fracción 1 en los incisos a y b dice:
Queda prohibido a los titulares, administradores o encargados de giros;
- Ocupar la vía pública para el desempeño de las actividades que les fueron autorizadas.
- Utilizar las banquetas para realizar sus actividades o para estacionar vehículos u otros objetos.
Algún comerciante ya sacó sus productos a la calle, el de al lado dice: Si él si ¿Por qué yo no? Y se van apropiando de la vía pública, este tipo de prácticas lo veo muy comúnmente en fruterías, tiendas de ropa y llanteras.
Y si no es suficiente en el artículo 32 fracción 1 inciso c prohíbe lo siguiente:
- Servirse de las banquetas, calle o lugares públicos para el desempeño de trabajos particulares o exhibición de mercancías.
Ahora si usted camina un domingo el caos es mayor y no se diga si anda por el tianguis de la Plaza Hidalgo, donde algunos comerciantes que ni con el permiso cuentan invaden a diestra y siniestra banquetas, calles y jardines.
Sigamos andando por las calles de nuestra ciudad, imaginando que ya no hay comerciantes invasores, pero sorpresa, nos topamos en una esquina con un montón de bolsas de basura, nuestro reglamento de aseo público menciona en su artículo 19 que:
Para realizar la recolección de residuos domésticos es necesario que la entrega al sistema de recolección municipal de residuos se haga de manera directa a los camiones recolectores entregando al personal de aseo los residuos, evitando así el abandonarlos en la vía pública o banquetas.
Seguimos andando, ahora llegamos a una finca en construcción en donde están preparando la mezcla fuera del domicilio, y están descargando material de construcción. El camión de carga se encuentra sobre la banqueta del vecino y además estorbando su cochera, esto parece cuento de no acabar, obstáculos por doquier, pero no tenemos de qué preocuparnos, nosotros podemos ver, tenemos ambas piernas y caminar por algunas banquetas en mal estado, escalonadas o mal diseñadas, incluso podemos apresurar el paso si es que un conductor se nos viene encima, cosa que no debe, se supone que casi en cada cuadra tienen marcado un alto y el peatón tiene prioridad.
Si todo esto le sucede a un peatón normal, piense y medite como le debe de ir a una persona con silla de ruedas, con muletas o alguien de la tercera edad.
Quizá no todo lo podamos solucionar de un día para otro o esté fuera de nuestras manos, pero con un cambio de actitud, acatando las normas que nos rigen, teniendo muy en cuenta la cultura cívica, y sobre todo respetando a los demás, se lograría un cambio en nuestras calles.