Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 8 de marzo del 2017
“Llegué al Bosque de Niebla tras cuestionarme a qué mundo iba a traer a mi hija Martina. Me tocó muy fuerte la situación que se estaba viviendo en el país en ese momento. Decidí trabajar en lo que me estaba moviendo el corazón, fue como me acerqué a esta comunidad, buscando un poco de empatía, de esperanza, de luz a todas las cosas que estaba viviendo”, dice Mónica Álvarez Franco, cineasta que en los próximos días estará presentando su primer largometraje documental, en el festival de cine y música South by Southwest (SXSW) en Austin Texas, después de haber estrenado con éxito en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de la UNAM, (FICUNAM).
Mónica es originaria de Tepatitlán, hace quince años migró a Guadalajara para estudiar la carrera de cine en el Centro de Arte Audiovisual (CAAV), luego viajó a Madrid, España en donde cursó una maestría. También se preparó en Estados Unidos. Desde el 2010 radica en la Ciudad de México. De Tepa extraña a sus padres a quienes visita cuatro o cinco veces por año. También extraña la gastronomía tepatitlense. Es madre de Martina, una pequeña de tres años.
Hace algunos años, Álvarez Franco realizó los cortos documentales “Venus de Arturo” y “Paréntesis” que se presentaron en los Festivales de Cine de Guadalajara y Guanajuato. Los dos cortometrajes fueron grabados en el barrio de la Merced en la Ciudad de México.
Hace algunas semanas la cineasta terminó de editar su primer largometraje documental “Bosque de Niebla” cuya historia gira en torno a una comunidad autosustentable en Veracruz, que defiende el bosque de niebla; un ecosistema en peligro de extinción. En México sólo hay dos: uno en Chiapas y otro en Veracruz.
En entrevista para Kiosco Informativo, la directora habla sobre su película, en donde narra cómo está diseñada la comunidad, la educación, la cultura y la forma de vivir en el Bosque de niebla de tierras veracruzanas.
“Ellos producen casi toda su comida, todo lo que se produce lo consumen ellos. Tienen la cantidad de vacas para leche que necesita cada familia, el queso, la crema, el yogurt, tienen todo muy medido, las gallinas exactas, no tienen un sobreabastecimiento de cosas. Tienen lo que necesitan, no tienen nada más. Los habitantes del Bosque de niebla llevan una vida sencilla, equitativa y sustentable”
“En la comunidad hay mezcla de gente originaria de Veracruz y gente de fuera que ha decidido irse a vivir al campo. El 80% de la comunidad son gente local y el otro 20% son personas de fuera, entonces hay una mezcla interesante de habitantes del lugar. Es una cooperativa”, dice Álvarez Franco.
La película contó con el apoyo financiero del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (EFICINE). La realizadora considera que el cine documental en México sólo puede hacerse con este tipo de apoyos. Muy pocas veces hay retorno del dinero. Los espacios para exhibir son limitados.
Pasaron casi cuatro años para que el documental estuviera terminado. Hace cuatro semanas fue terminada la postproducción.
“El desarrollo y la investigación me la aventé en poco más de un año. Tuve que detenerme un poco porque estaba embarazada, luego se vino el nacimiento de mi hija. Me la estuve llevando desde muy pequeña. Me gusta que también sea un trato muy respetuoso con la gente y también el que ellos me fueran teniendo confianza, entonces no fue como de un primer momento llegar con la cámara y empezar a grabar. Nos hicimos muy amigos. Me sentí parte de la comunidad. Luego al siguiente año estuve yendo y viniendo. Busqué fondos para hacer el documental y una vez que ya tenía un poco de dinero estuve yendo y viniendo, estaba dos semanas allá, luego me regresaba a la Ciudad de México. Ya cuando tenía un poco más de noción para donde iba la historia ya empecé a irme con el crew, con el equipo. Más o menos el proceso nos llevó como cuatro años, acabamos de terminar hace tres semanas”, detalla.
Después de haber presentado algunos cortes de su proyecto, Mónica y su equipo lograron encontrar espacio para proyectar su documental en algunos festivales como el de la UNAM, Ambulante y el SXSW.
Hace algunos días “Bosque de Niebla” se estrenó en el FICUNAM en donde obtuvo una mención especial. La realizadora tepatitlense se dice emocionada por el recibimiento que le dio el público en el certamen cinematográfico.
“Estuvimos en el Centro Cultural Universitario en la Sala Covarrubias, que es como para 600 personas, estuvo llena. Fue muy emotivo estar ahí con tanto público, era la primera vez que se mostraba la película. Al día siguiente estuvimos en una sala mucho más pequeña, también fue muy lindo, en ese espacio de la Casa del Cine en donde también tuvimos una sección de preguntas y respuestas que se alargó. Estamos muy contentos con las proyecciones”, narra la directora.
Será este mismo año cuando “Bosque de Niebla” llegue a tierras jaliscienses como parte de la programación del Festival de cine documental Ambulante. En el 2018, después de pasar por algunos festivales, el documental podría proyectarse en Tepa.
“Este año nos toca estar en festivales. El próximo año vamos a poder estar un poco más libres de poder proyectar y hacer con el documental lo que queramos. Lo importante también es que si no vamos a sacar dinero de esto, que por lo menos haya mucha gente viéndolo y que se difunda; sobre todo iniciativas como la de Bosque de Niebla”, expresa Álvarez Franco.
Mónica se siente cómoda realizando cine documental, reconoce que estar contando historias reales de la gente y estar en contacto con ellos, la flexibilidad y los retos son bastante fuertes. No descarta realizar cine de ficción en un futuro.