Francisco Jiménez Reynoso | @jimenezabogado | 15 de octubre del 2019
Aún con Guardia Nacional o con policía metropolitana, las cosas no han cambiado mucho en cuanto a la inseguridad en la que vivimos.
Sabemos la crisis en materia de inseguridad en la que nos encontramos inmersos en Jalisco. Y que hablar de la violencia. Por ello, es menester fomentar una cultura de autoprotección ciudadana, con la finalidad de reducir drásticamente las posibilidades de ser víctimas de la comisión de un delito en nuestra contra.
La auto protección, podríamos entenderla como el conjunto de acciones encaminadas a la protección personal, realizadas por uno mismo. Sabemos el incremento en diversos delitos en contra de los ciudadanos, mismos que deben tomar las medidas necesarias para evitar la generación de riesgos en su persona y patrimonio, así como exponerse a ellos. Una vez sobrevenida una situación de emergencia, deberán de actuar con conocimiento de causa con la finalidad de evitar un daño personal o a nuestras
cosas.
Cuando hablamos de autoprotección estamos hablando de: prevención, control de riesgos, así como acciones y medidas a adoptar con el objeto de garantizar la protección de nuestra integridad, y nuestros bienes. Siempre debemos tener presente el instinto de preservación, que debe estar por encima de cualquiera de nuestras pertenencias, por difícil y complicado que resulte perderlas en manos de un asaltante.
La prevención, entendida como el conjunto de medidas y acciones encaminadas a evitar o mitigar los posibles impactos adversos de los riesgos y amenazas, es uno de los fines prioritarios.
En mi opinión la materia de autoprotección, se materializa a través de los Planes de Autoprotección que bien podría brindar el estado.
El ciudadano común bien puede implementar cotidianamente medidas como es la técnica de la observación: que consiste en analizar nuestro entorno visualizando a posibles delincuentes que podrían estar acechando nuestro entorno. Es importante como cultura de prevención evitar dejar objetos a la vista de los vehículos.
Lamentablemente la conducta de los ciudadanos se ha modificado en esta década, pues ya no es posible portar joyas o relojes ostentosos, que pueden llamar la atención de delincuentes. Así que lucir torales, cadenas, esclavas y un largo etcétera, es cosa del pasado.
Otro punto importante es desarrollar la cultura de la denuncia con la finalidad de ir generando en nuestro entidad un verdadero Estado de derecho, por su parte nuestras autoridades tienen la obligación de trabajar diligentemente en relación a la administración y procuración de justicia, con la finalidad de recuperar la confianza perdida hacia las mismas.
Dicho en otras palabras: ya no se vale pelotear la responsabilidad evitando a toda costa recibir a las víctimas de un delito para evitar que formalice su denuncia, buscando cualquier tipo de pretexto con la finalidad de evadir su obligación.
Otro problema que tenemos en nuestra zona metropolitana, es un gran número de vehículos abandonados en nuestras calles, que sirven incluso para la propagación del dengue, ante la inactividad de nuestras autoridades municipales.
Los motivos por los que ha fracasado en México las instituciones encargadas de brindar seguridad en México, en mi opinión son las siguientes: la ausencia del servicio profesional de carrera, la falta de respeto al escalafón en las corporaciones policiales, la falta de policías a nivel federal así cómo estatal (100 mil a nivel nacional y 8 mil en Jalisco), el hecho de que las instituciones encargadas de brindar seguridad pública sean vistas como un botín político que se reparten los partidos políticos sin el menor recato es otro de los graves problemas que nos aquejan en Jalisco.
Francisco Jiménez Reynoso, quien es escribe esta columna es Doctor en Derecho e Investigador de la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades. Integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia. U. de G. Para contacto: jimenezabogado@gmail.com
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