Cinthya Gómez | @escriboenlaluna
27 de abril de 2016.- Desde tres horas antes del evento la gente comenzó a ocupar un lugar dentro del recinto huésped: la Parroquia de San Francisco. Esperaban volver a escuchar a la Orquesta Filarmónica de Jalisco.
A esa hora, los camiones con instrumentos y aditamentos para el concierto ya habían llegado al centro de Tepatitlán y los operarios habían comenzado el desembarque e instalación.
Mientras la tarde se iba, la gente siguió llegando y se adentraba en el edificio más longevo de la ciudad. A pesar de los movimientos de la instalación, el silencio reinaba en el templo.
Esta ocasión, no fueron apartados lugares para las autoridades así que la gente pudo sentarse “hasta adelante”.
A las siete de la noche, la parroquia de San Francisco estaba ya a la mitad de su capacidad y el silencio comenzó a tornarse en un murmullo de expectación.
Con todo listo para la presentación, el abanico de sillas y pedestales se dividieron en dos. Estaba programada una misa de 7:30. Una apresurada celebración religiosa precedió a otra celebración, la musical.
Diez minutos antes de las ocho, los músicos de la excelsa Orquesta Filarmónica de Jalisco ya tallaban los arcos contra los violines, bajos y contrabajos, zumbaban las trompetas, flautas y trombones y golpeteaban los timbales. Ensayaban.
En punto de las ocho de la noche se volvió a hacer silencio y el director huésped Perry So, de Hong Kong subió al estrado y con su ligera y casi transparente, pero eficaz batuta hizo la música emerger de cada uno de los instrumentos.
Para la velada fueron escogidas tres piezas. Una, las selecciones del Ballet de Romeo y Julieta de Sergei Prokofiev, que entre armonías dolorosas e íntimas duró poco más de cuarenta minutos. Después continuó la festiva y alegre Radetzky March op.228 de Johan Strauss I. Y como broche de oro, algo conocido y de casa, Guadalajara de Pepe Guizar.
De este modo, la Orquesta Filarmónica de Jalisco, la agrupación musical más importante de nuestro estado y del país, consiguió engalanar una vez más las celebraciones de la Feria Tepabril.