A Tepatitlán
Por: Tito Nazareth Villaseñor García
Qué hermoso es este lugar
donde el alteño ha nacido
que tiene el alma de azúcar
y el corazón atrevido.
Se escuchan algunos cantos
de sus fiestas patronales
y se admiran los encantos
de sus campos de maizales.
Aunque Tepa no es pequeña
sobre ella vuelan las aves
hay gente franca y risueña
y muy escasa de pesares.
Al que llora lo consuelan,
al que se enferma lo curan,
enseñan al que no sabe
y su bienestar procuran.
Aquí arde el sol en verano
y cala el frío en invierno
y yo soy un simple alteño
escribiendo en su cuaderno.