Staff Kiosco Informativo | @kioscoinfo | 09 de octubre de 2017
Las columnas negras que salen a borbotones de la combustión de los gases de las llantas quemadas están llenas de compuestos químicos saturados de azufre, selenio, cloruros, zinc, óxido de magnesio, arcillas, sílice, alquitrán, así como de monóxido y dióxido de carbono. En resumidas cuentas un coctel perfecto y letal de contaminantes, dañinos no sólo al medio ambiente, sino para la salud de los humanos.
Para cocer los bloques de lodo y arcilla, algunos ladrilleros de Tepatitlán, establecidos de manera irregular por toda la localidad usan uno de los combustibles más accesibles y baratos para ellos: viejos neumáticos, emitiendo a menudo grandes cantidades de gases contaminantes.
Pero eso podría tener un fin debido a las nuevas normativas que ya se contemplan en las modificaciones hechas a la Ley de responsabilidad ambiental que aprobó este miércoles 8 de noviembre.
“Es una armonización a lo que ya contempla la Ley general de responsabilidad ambiental en dónde la responsabilidad ambiental es la acción o omisión de alguna persona física, jurídica o moral que ocasione directa o indirectamente un daño al ambiente”, comentó la diputada Rocío Corona Nakamura.
Las multas irán desde los 22 mil pesos hasta 75 mil pesos para personas físicas y de 75 mil a 225 mil pesos para las personas jurídicas, dichos montos se determinarán en función al daño producido.
La diputada priísta destacó que las sanciones para los ladrilleros se unen a las multas que también tendrán los fraccionadors ilegales, y otros infractores.
Las sanciones que se establecerán en estos casos serán estipuladas a través de los procesos de judiciales a través del Sistema de Justicia Administrativa o también por los mecanismos alternativos de solución.
“La responsabilidad ambiental se han venido suscitando hechos lamentables que producen contaminación visual, auditiva, en el agua, en el aire, en el suelo. Y en este caso concreto las ladrilleras que contaminan el aire porque queman llantas, vehículos que evidentemente arrojen humo negro, cuando con alevosía y ventaja los fraccionadores talen árboles y provoquen incendios para cambiar el uso de suelo para construir casas. O los espectaculares que estén fuera de norma porque es contaminación visual, o también que las plantas de tratamiento de aguas residuales que funcionen indebidamente”, describió.