Julio Ríos| @julio_rios | 20 de septiembre de 2017
La corrupción señoras y señoras, se asoma tras la tragedia del sismo de hoy. A 32 años parece que no hemos aprendido la lección.
Y no se trata de politizar. Es cierto que las autoridades no pueden evitar temblores. Sin embargo, si son los funcionarios, quienes previa mordida millonaria, otorgan permisos para construir en zonas frágiles. Y para permitir cada vez más concentración de personas en las zonas céntricas.
Entre los vídeos que circularon en redes sociales, pudimos ver el terror que sufrían, por ejemplo, un grupo de ciudadanos en un piso 38 de un edificio. A sabiendas de que la Ciudad de México es una zona sísmica, me parece irresponsable construir inmuebles de más de cinco pisos.
Queda evidente, en este tipo de tragedias, que muchos de los edificios no cumplían con los reglamentos aprobados después de 1985.
Vaya caprichosa jugada del destino que se repitiera un temblor 32 años después, el mismo día. Lo cual abonó a la confusión, pues hubo quien hasta pensó que era un simulacro más.
Si bien, el número de víctimas y de daños no se compara, ni por asomo, con el vivido hace 32 años exactamente, y en nuestro país hay avances en cuanto a Protección Civil y medidas de seguridad, así como nuevas reglas para garantizar infraestructura, la realidad es que todavía nos queda mucho camino por recorrer en materia de prevención, como Reino Unido, Japón o Corea del Sur, que se han preocupado por desarrollar ciudades seguras, que si bien no son infalibles, sí dan tiempo que en momentos de catástrofe es valiosísimo para la respuesta.
Y lo que más duele es quizá muchas de las víctimas se evitarían si la voracidad inmobiliaria no privilegia un crecimiento desordenado de las manchas urbanas.
Concentrar más personas en los centros de las ciudades y construir más desarrollos verticales, en los que se enciman pisos y pisos para vender más departamentos e incrementar las utilidades.
Es una fórmula depredadora. Un caldo de cultivo para que los fenómenos naturales cobren más víctimas. Los centros de las ciudades -al menos en el primer mundo- son para actividades administrativas, no para concentrar gente.
Y las alertas sísmicas anunciadas con bombo y platillo, no alertaron a nadie. Las quejas en redes sociales no se hicieron esperar. O son inaudibles o no se entiende el mensaje, reclamaron. Y esto, en los estados donde sí las hay. Imagínese en cinco entidades, ubicados en la franja más vulnerable, y donde de plano existen por falta de inversión. Y hace falta que los legisladores y autoridades hagan algo para que en estas tragedias se suspenda el cobro de autopistas y por ley sea gratuita la atención médica y las comunicaciones, y no por una concesión graciosa.
A ello se suma que las autoridades, una vez más, reaccionaron de forma lenta. Tuvo que ser la ciudadanía la que, de forma espontánea saliera a las calles con palas y cubetas para tenderle la mano a sus hermanos. (A pesar que no faltaron algunos que se dedicaron a la rapiña o al asalto).
Una vez más, como hace 32 años, la sociedad civil fue la que tuvo que salir al quite. Eso sigue siendo la esperanza que nos confirma, digan lo que digan, somos un gran país.
Caso Jalisco
En Jalisco no podemos cantar victoria en materia sísmica. Desde 1563, se han registrado 399 fenómenos, de los cuales 49 ha sido devastadores. En 1932, de 8.4. El 11 de febrero de 1875, un sismo de 7.5 grados destruyó San Cristobal de la Barranca.
Existe la falla de Nextipac, y la del Río Santiago, que incluso estuvo activa recientemente, de 2015 a marzo de 2017, incluyendo un fenomeno de 4.8 grados. Esa misma falla está relacionada con sismos en 1985, 1995 o 2003. Y se suma la costa del pacífico
Y aquí en Jalisco también hay corrupción inmobiliaria y depredadora. La mayoría de las edificaciones de la ciudad no fueron diseñadas para soportar un fenómeno de mas de 5 grados.
Así que en Jalisco no podemos sentirnos invulnerables. Sino todo lo contrario.
*Este texto de Julio Ríos apareció publicado originalmente en SDP Noticias: Corrupción y desorden urbano, rodean a la tragedia del sismo 2017 y es reproducido en Kiosco Informativo con algunas adaptaciones realizadas por el autor para adaptarlo al caso Jalisco.