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Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 14 de abril del 2017
La cruz con todo y el personaje que representaba al Cristo se iban de frente. Pero los soldados y verdugos lograron detenerla.
Susana estaba asustada, tenía una expresión que la delataba y también a sus palabras. Algunos metros la separaban de los que representaban la escena de la crucifixión. Ese espacio era suficiente para que los que martirizaron a Cristo la escucharan dar algunas indicaciones. Luego despacito le pedía al señor de la Misericordia que su similar no se fuera a caer.
Siguió el drama, al Cristo lo hirieron en el costado derecho con una lanza, la falsa incisión fue pequeña, pero suficiente para que la sangre hecha de pintura vegetal goteara en el cuerpo del crucificado y el piso de cemento.
Jesús murió en la cruz. El silencio, las oraciones y los cánticos lastimeros recordaban a los presentes que Cristo el hijo de Dios había muerto en la cruz para salvarlos. Pasaron algunos minutos para que los asistentes recapacitaran y quizás se arrepintieran de sus “pecados”.
Ya era tiempo de bajar al crucificado, Susana Vera Camacho seguía nerviosa (con el Jesús en la boca y con la mirada estupefacta sobre el actor que lo representaba) se tomó muy en serio su papel de coordinadora, seguía dando indicaciones en voz baja.
«¡Ya Juan! ¡Ahí! ¡Bájalo ya!» Le indicó al verdugo.
Susy, como la conocen en el grupo del viacrucis de la Sagrada Familia, lleva veinte años en la agrupación que este año cumple 46 de representar la Judea en vivo. Es el tercer año que ella coordina el evento que arrancó en el Auditorio Miguel Hidalgo de Tepatitlán y recorrió algunas arterias del barrio alto, hasta llegar al templo del Perpetuo Socorro en la colonia Pozo del Monte (Los viveros).
Iba de avanzada verificando que se hubieran instalado cada una de las estaciones en dónde los actores y los feligreses se detuvieron a escuchar y quizá reflexionar sobre las palabras que dijo alguno de los sacerdotes que acompañaban la procesión.
Una gorra blanca y unos lentes oscuros la protegían del sol del mediodía. En una mano llevaba una bolsa de plástico que contenía el vestuario para alguno de los actores. Se detuvo para ayudar a ponerse el velo a la mujer que enjugaría el rostro de Jesús, luego hizo una foto. Urgió a las actrices a tomar sus puestos en la representación, esperó unos segundos y corrió a fotografiar la escena. deprisa, muy aprisa se fue a la siguiente estación para asegurarse de que todo estuviera en orden.
“A mí me toca organizar las estaciones, organizo que cada personaje lleve su vestuario, pues todo en general, pero también hay muchas personas dentro del grupo que me ayudan a organizarlo”, detalló Susana.
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Durante tres meses los miembros del grupo se preparan física y mentalmente para representar la Judea; en ese tiempo organizan rifas para financiar la representación. Todos los lunes iniciando el año, desde las ocho de la noche se reúnen en uno de los salones de la Parroquia de la Sagrada Familia.
“Los participantes tienen que asistir a las reuniones que inician en enero. En las juntas platicamos sobre pormenores, lo que nos va hacer falta, ensayamos, comentar como debemos hacer las cosas y de la organización en general. También tenemos una parte espiritual, hacemos oración”.
Vera Camacho aseguró sentirse orgullosa y contenta de coordinar uno de los eventos más importantes para los católicos de la ciudad, peros sabe que también tiene una gran responsabilidad. A pesar de tener solo tres años al frente del grupo dijo no ser dominada por el estrés, disfruta organizar el evento y vivirlo con fervor.
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Susana recogía los vestuarios. Es sencilla, se negó a salir en la foto grupal después del viacrucis. Verificaba que todo estuviera en su lugar, daba instrucciones a su compañeros, iba de un lado a otro, se detuvo un momento, fue ahí donde reconoció haber sentido miedo de que el actor y la cruz fueran a caer.
“Estaba asustada por eso les estaba diciendo cuando bajarlo, tenía miedo que se les fuera a caer”, confirmó.
El realizado en el Barrio alto, es el viacrucis viviente con más asistentes dentro de la cabecera municipal de Tepatitlán, según los organizadores cada año gana más adeptos.
Los actores que representan la Judea necesitan estar preparados físicamente, también tienen algo de coordinación.
¡Hazte durito carnal! Le dijo bajito el soldado al actor que hizo de Jesús cuando lo llevaba a sepultar.
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