Martín Reynoso | @Martin___RT | 10 de enero de 2017
Hace ya varios meses comenzaron las obras públicas promovidas por la administración del alcalde Hugo Bravo. Los habitantes de dos colonias en particular sintieron regocijo por las intervenciones en sus terrenos: la Colonia del Carmen y las Aguilillas.
Dichos fraccionamientos, que habían sido olvidados por otras administraciones, ahora contarán con mejores vialidades que darán plusvalía y mejorarán el comercio de la zona, y en añadidura tendrán parques para la diversión y sano esparcimiento de sus habitantes.
Si bien no soy experto en el tema, conozco de cerca estas intervenciones, pues soy vecino del Fraccionamiento Jardines del Rosal y por cuestiones de trabajo, a diario tenía que pasar por uno u otro lugar.
Nadie puede dudar de la personalidad y la intención de Hugo Bravo: hombre muy querido en el hospital regional y conocido por su labor, dedicación y cordialidad con los que menos tienen.
Al Dr. Hugo Bravo le tocó salir victorioso de una de las elecciones más interesantes de los últimos años. En su momento, el ahora presidente municipal se enfrentó a un panorama electoral donde era sabido que el PAN estaba dividido y el PRI no lograba quitarse el estigma del mal desempeño nacional, ni de su fracaso en las anteriores elecciones locales.
Con el movimiento que pintó de naranja todo el estado de Jalisco, ya fuera por moda o por verdaderos méritos políticos, el doctor ganó las elecciones. Reitero, nadie ha puesto en duda su buena voluntad, sus ganas de trabajar y su personalidad carismática, pero eso no le ha alcanzado.
Es sabida la renuncia de algunos funcionarios que tenían puestos importantes dentro de la administración municipal. También se rumora que la presidencia municipal es un barco sin timón.
Algo que ha caracterizado a la actual administración, ha sido la buena imagen y la difusión de los proyectos y eventos hacia con la ciudadanía. Lamentablemente, la buena comunicación muchas veces se queda en eso y las obras nada más no llegan.
Como ciudadano agradezco las ganas de mantener al pueblo informado sobre lo que está haciendo el Ayuntamiento. La buena imagen que ha dado del municipio y que no duda en salir a reflectores en cuanto evento público o de beneficencia se refiere. Pero también como ciudadano, que gusta hacer uso de la democracia, también exijo velocidad y eficiencia en la ejecución de sus proyectos.
Tuve la suerte de estar presente en el primer informe de gobierno, donde entre otros puntos, el presidente habló del camino a Santa Bárbara, el cual a pocos días de haber sido terminado ya estaba lleno de baches. En esa ocasión el presidente dijo que la constructora se había comprometido a rehabilitar la obra, sin embargo ya han pasado algunos meses y el intento de rehabilitación quedó en eso y la obra sigue igual o quizá peor.
Ante tantos proyectos empezados, ninguna obra se ha terminado satisfactoriamente. Todo ha quedado en meras palabras, fotografías para el Facebook y un Ayuntamiento al que se le nota una falta de liderazgo. Nadie duda de su buena voluntad como persona, pero para ser presidente se necesita tener a las personas indicadas en los puestos indicados y saber exigir para que saquen el trabajo para adelante.
*Martín Reynoso es un ingeniero civil tepatitlense, estudiante de la maestría en Humanidades, preocupado por lo que sucede en su localidad.
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